LA MAGIA
Lo que va de
magia a ocultismo
Magia y religión
Magia y ciencia
El Universo (y el
hombre) no son sólo materia
La ley de las
correspondencias
La magia y el
hombre
Dividir la Magia
Las tres ramas
de la magia
¿Qué es la
Magia?
La cábala, la
alquimia, la astrología
La Magia, hoy
La Magia, la razón y
los ciclos históricos |
¿Qué
es la magia? Indudablemente,
no lo que la mayor parte de la gente interpreta por tal. Existe, a
este respecto, una decepcionante y universal falta de información. Se
considera Magia a la bruja que prepara sus pócimas para curar las
enfermedades y sus filtros de amor, a la vidente que "ve" nuestro
destino, a la echadora de cartas o a la que lee en la palma de nuestra
mano. Es mago el hombre que tiene el "toque mágico", aquel que para
curar necesita solamente imponer sus manos, el hipnotizador que
adivina nuestros pensamientos con una breve pero intensa mirada. Esta
es nuestra magia cotidiana, la que hace que muchos de nosotros nos
sonriamos levemente cuando leemos en algún periódico o revista
cualquier información al respecto.
No, pasemos
rápidamente la página: la Magia no es en absoluto esto.
¿Pero dónde hay
que ir pues a buscarla? Por un lado, la mayor parte de los libros que
quieren tratar el tema lo hacen de una manera extremadamente ligera y
superficial, rozándolo apenas. Hay, además, una evidente falta de
información, a lo que se une la fragilidad de la barrera que separa la
verdadera de la falsa magia. Y, como sea que la verdadera magia es la
mayor parte de las veces esotérica, oculta y cabalística, mientras que
la falsa magia es ostentosa, cacareante y diáfana en grado sumo, la
magia que termina por conocer todo el mundo es precisamente la que se
debería repudiar y desenmascarar.
Cuando alguien habla de magia y magos, todo el mundo se forma
inmediatamente la imagen del clásico hombre de blanca barba, vestido
con amplia túnica y cucurucho de estrellas, la varita mágica en la
mano, moviéndose entre retortas entre las renegridas piedras de un
sótano u observando el cielo desde lo alto de una antigua torre. Claro
que, actualmente, la imagen magia ha cambiado. Los magos de este siglo
se rodean más bien de impresionantes escenarios, de una aureola de
pseudociencia, de una colección de nombres rimbombantes:
psico-magnetismo, bio-magnetismo, pa-koua... Las recetas mágicas, por
otro lado, aun las de las brujas y hechiceros de estar por casa, son
siempre prolijas en condicionamientos: "Tómese la cola de un ratón
gris cazado en un viernes que no esté nublado y en el que la luna esté
en cuarto menguante..." Luego, cuando el exorcismo no da resultado, la
respuesta es rápida: algo ha fallado, es indudable que el practicante
no ha cumplido con todas las condiciones del hechizo. Porque, claro,
el cliente es siempre el neófito en estas lides...
No, la Magia es otra cosa bien distinta. Y, aunque pueda parecer
aventurado el afirmarlo tan rotundamente, mucho más seria también.
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