CONSPIRACIONES
Sociedades Secretas, Iniciáticas y Esotéricas
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El informe Matrix
La invasión
silenciosa
Autopsia de un EBE
El Área 51
Abducciones
Abducciones militares
Implantes
alienígenas
El proyecto "ARPA"
El nuevo orden
mundial
La red Echelon
El complot del ántrax
La estrategia del gobierno oculto
La
conspiración del oro negro
Una real
conspiración
El proyecto MK-ULTRA
El 11-S ¿Una conspiración?
Los
extraños atentados del 11-S
El rastro de la conspiración
Operación Northwoods
El gran hermano acecha
La
conquista de Marte y el Nuevo Orden Mundial
El oleoducto de la infamia
El
chip prodigioso
Operación
Entebbe
La NASA y la Luna
La energía de los Apolo
El tercer
templo
Los protocolos de Zion
Abre
los ojos
El
Tsunami, tragedia en Asia
¿Tsunami provocado?
El gobierno secreto
en la sombra
Chemtrails
(Sendas químicas)
Proyecto Seal
El pacto secreto
Misterios en el
Vaticano
El control
mental basado en el trauma
El
arma más poderosa del mundo
El
asesinato de J. F. K.
Trágico destino de John F. Kennedy JR.
La
verdad del aceite de colza
Una
conspiración menor
Alimentos transgénicos
El veneno en el agua, el flúor
Peligros del flúor
El veneno en la boca
Un
medicamento que no funciona
Verdades y mentiras sobre la gripe aviaria
El origen del SIDA
La conspiración de la gripe A H1 N1
La vacuna de la gripe A
Teorías sobre el accidente de Air France
El misterio de la desaparición de abejas
Operación Prisma: el fin de la
libertad en Internet
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Aquel que niega la
naturaleza conspiratoria
de los gobiernos es un
zopenco.
Disraeli.
“Lo más atroz de las cosas
malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”.
Gandhi.
“La primera víctima de la guerra es la verdad”.
Kipling.
Podemos ver la realidad de dos maneras:
Uno puede creer literalmente lo que lee en los periódicos, oye en la
radio, ve en la televisión y lo que exponen los grupos mediáticos; es un
modo seguro, garantizado, de estar en el mundo sin que aparezcan sombras,
enigmas o motivo alguno de inquietud. Llamaremos a este modo: “Versión
Disney” de la historia, en ella el universo cotidiano oscila regular y
previsiblemente entre una pareja de valores claramente delimitados y
cognoscibles: la Derecha y la Izquierda.
Podemos también cuestionar esta forma gregaria de hipnosis y acceder
paulatinamente al conocimiento de una historia secreta, invisible, negada
por “las más diversas autoridades”, una historia que no coincide con los
valores de la tribu y que rompe con numerosos tabúes. “En la democracia no
existe nada similar a una clase dirigente. Los medios de comunicación son
herramientas imprescindibles para mantener las libertades mediante la
configuración de una opinión pública informada y responsable”.
Ante una pantomima como ésta,
claro ejemplo de manipulación y desinformación, solamente cabe una sonrisa
escéptica o una crítica breve, arrebatada y feroz. Existe la clase
dirigente. La democracia es escasa o nulamente democrática. Nuestros
destinos los rigen el gobierno oculto.
Los grupos mediáticos persiguen una política de ocultación y distorsión de
los acontecimientos de acuerdo con los intereses de sus gestores
propietarios, en el mejor de los casos, en el peor, nos encontramos ante
un programa acelerado y premeditado de embrutecimiento ante el cual el
“panem et ciercenses” de la antigua Roma constituye una mera anécdota.
Si tratamos de rellenar este esqueleto con carne, es decir con nombres
propios o vicisitudes históricas concretas, seremos inmediatamente
tachados de paranoicos. Es un modo de desacreditar a los que mantienen
posiciones incómodas. Perdamos el miedo, no nos ofusquemos, permanezcamos
alerta. Lo que ellos llaman paranoia es un paso adelante en el camino de
la salud mental y gracias a ello, una autopista hacia nuestra verdad.
Riamos.
Nada más serio que el humor. Nada menos divertido y auténtico que la
sonrisilla de superioridad del ignorante que todo lo sabe mediante la
prensa, la ciencia con minúsculas y los prejuicios.
Pero vayamos entrando en materia.
“La Era Tecnotrónica va diseñando paulatinamente una sociedad cada vez más
controlada. Esa sociedad será dominada por una elite de personas libres de
valores tradicionales, que no dudarán en realizar sus objetivos mediante
técnicas depuradas con las que influirán en el comportamiento del pueblo,
(del rebaño) y controlarán y vigilarán con todo detalle la sociedad, hasta
el punto de que llegará a ser posible establecer una vigilancia casi
permanente sobre cada uno de los ciudadanos del planeta.”
Este bello y explícito texto de Zbigniew Brezinsky, el Kissinger de Jimmy
Carter, extraído de su obra “La Era Tecnotrónica”, constituye un primer
referente sobre AQUELLO DE LO QUE VAN REALMENTE LAS COSAS.
La construcción del Estado Mundial (parte visible del Gobierno Oculto),
New World Order, parece ya un proceso imparable y tiene sus bardos.
Nombres como los de Toffler, Junger, Kissinger, George Bus, Blair y Aznar.
Todos en la brecha. Pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
La versión conspiratoria estándar mantiene la tesis de que existe algo así
como un Plan Global que a través de las generaciones va siendo
implementado en la Historia mediante las actividades coordinadas de
distintos personajes y organizaciones. Estas van insertando a sus miembros
en las instituciones y tramas más diversas. Las sociedades secretas, las
Revoluciones, las Guerras, las Crisis Económicas, entre otros muchos
acontecimientos, formarían parte y darían testimonio de estas actividades.
Francmasones, Jesuitas, Illuminati de Baviera, Rosacruces, templarios o
Thuleanos dan testimonio, a través de las circunstancias más plurales, de
una presencia invisible y decisiva, sin la cual los acontecimientos
permanecen opacos y desconectados de toda virtualidad explicativa.
Sin olvidar los Servicios Secretos, los grupos económicos de presión o los
representantes del Crimen Organizado y de las Ciencias y las Artes.
Según la ideología de los investigadores, el plan será calificado o
explicado de un modo u otro. Para De Maistre, la Revolución Francesa es un
acto vesánico realizado por seres perversos, por conspiradores, sin
embargo, éstos no hacen otra cosa que cumplir muy a su pesar con los
designios de la Providencia, caracterizada fundamentalmente por un
potencial de venganza ilimitada, que les utiliza para castigar al Antiguo
Régimen por su corrupción y cobardía. En una palabra, que Dios lo quiere y
que todo, incluso lo peor, es para bien, dado lo cual no cabe oponerse ni
a la tiranía ni a la conspiración ni a nada. Esta versión ultramontana de
la Teoría de la Conspiración es extremadamente curiosa, lo que parece
tener de matiz critico se convierte en la apoteosis del conformismo y de
la sumisión. Las profecías apocalípticas cristianas clásicas tienen todo
este matiz de desesperanza e impotencia camuflado de esperanza., pero
destacándose la sumisión a la autoridad y la pasividad como mensaje. El
Apocalipsis es un texto canónico que en su momento fue considerado una
falsificación y que, a mi juicio, constituye un instrumento de guerra
psicológica más que una profecía e, ineludiblemente y por desgracia, a la
vista de lo que está sucediendo en el mundo, también un esquema de
dominación y genocidio. El Anticristo como chivo expiatorio, las continuas
apelaciones a la pasividad y la espera de la Parusía, la despoblación del
planeta mediante todo tipo de guerras y catástrofes...
Hay muchos que ven en la paulatina constitución de un Orden Global
Planetario (El Nuevo Orden Mundial), una conspiración de los dirigentes
del Gobierno Oculto. Los políticos serían poco más que locutores o
empleados de segunda fila. La independencia de las naciones, un obstáculo
a superar, ya sea mediante guerras puntuales o crisis económicas diseñadas
(Sudeste Asiático, Latinoamérica), como a través de una retórica
mundialista camuflada de todo tipo de patrañas pseudo humanitarias o
ecológicas (Derechos Humanos, crecimiento sostenido, etc.) La caja de
resonancia suelen ser las Naciones Unidas, un foro de burocracias
estatales que se considera el máximo órgano de legitimación soberana de
las políticas, de cara al populacho narcotizado por la televisión.
En esta trama, el socialismo habría sido simplemente un instrumento
destinado a consolidar una concentración de poder inigualable en manos de
determinadas elites, debilitando y aniquilando a las clases medias y
auspiciando el control policial y mental del rebaño fututo. La Trilateral
(David Rockefeller), el Club Bilderberg (Jordi Pujol, Bill Clinton) o el
Council of Foreing Relations (Kissinger, Brezinsky) constituyen ejemplos
de instituciones, algunas de ellas transnacionales, que operan como foros
de encuentro y reclutamiento de las nuevas elites que preparan la etapa
faraónica de sumisión planetaria en el siglo XXI.
Solo la desaparición de la conducta nihilista predominante en el pasado
siglo en el hombre común, puede hacer que éste siglo no nos convierta en
meras comparsas.
Nuestra obligación es ver la verdad, y
esa siempre es... la nuestra. |
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