LA LEY DEL
MÍNIMO ESFUERZO
Esta Ley se basa en
el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con una facilidad
libre de esfuerzos y con una despreocupación tranquila.
Es propio de los
niños pequeños ser dichosos, de las estrellas relucir y parpadear, de la
tierra girar. Es propio de la naturaleza humana hacer que nuestros sueños se
manifiesten en forma física, fácilmente y sin esfuerzo, no hacer nada y
conseguirlo todo. Esto supone que basta tener con tener una leve idea para
que se produzca sin esfuerzo la manifestación de la idea.
Cuando nuestros actos
están motivados por el amor, nuestra energía se multiplica y se acumula, y
podemos canalizar la energía sobrante que recogemos y que disfrutamos para
crear cualquier cosa que deseemos.
Esta Ley tiene tres
aspectos:
Aceptación:
Este momento es tal como debe ser, pues todo el universo es tal como debe
ser.: Este momento es tal
como debe ser, pues todo el universo es tal como debe ser.
Cuando nos sentimos
frustrados o alterados por una persona o por una situación, recordemos que
no estamos reaccionando ante la persona o ante la situación, sino ante los
sentimientos que albergamos con respecto esa persona o situación. Son
nuestros sentimientos, y nuestros sentimientos no son culpa de otra persona.
Cuando reconocemos esto y lo comprendemos por completo, estamos preparados
para hacernos responsables de cómo nos sentimos y de cambiar estos
sentimientos. Y si somos capaces de aceptar las cosas tal como son,
estaremos preparados para hacernos responsables de nuestra situación y de
todas las circunstancias que consideramos problemas.
Responsabilidad:
Todos los problemas contienen la semilla de la oportunidad. Si tomamos
conciencia de ello, todas las situaciones, supuestamente preocupantes, se
convertirán en una oportunidad para la creación de algo nuevo y hermoso, y
todo supuesto verdugo o tirano se convertirán en nuestro maestro.:
Todos los problemas contienen la semilla de la oportunidad. Si tomamos
conciencia de ello, todas las situaciones, supuestamente preocupantes, se
convertirán en una oportunidad para la creación de algo nuevo y hermoso, y
todo supuesto verdugo o tirano se convertirán en nuestro maestro.
Cuando nuestro estado
de preparación se encuentre con la oportunidad, la solución aparecerá
espontáneamente. El resultado es lo que se suele llamar "buena suerte".
Indefensión:
Si abrazamos el ahora, el presente, nos volvemos uno con él y sentiremos un
fuego, un brillo de éxtasis que palpita en todo ser vivo y sensible. Cuando
empecemos a sentir esta exaltación del espíritu, nacerá dentro de nosotros
la alegría y nos liberaremos de las terribles cargas de la actitud
defensiva, de resentimiento y de hipersensibilidad. Sólo entonces no
volveremos ligeros de corazón, despreocupados, alegres y libres.:
Si abrazamos el ahora, el presente, nos volvemos uno con él y sentiremos un
fuego, un brillo de éxtasis que palpita en todo ser vivo y sensible. Cuando
empecemos a sentir esta exaltación del espíritu, nacerá dentro de nosotros
la alegría y nos liberaremos de las terribles cargas de la actitud
defensiva, de resentimiento y de hipersensibilidad. Sólo entonces no
volveremos ligeros de corazón, despreocupados, alegres y libres.
Cuando poseamos la
combinación de delicada de la aceptación, la responsabilidad y la
indefensión, viviremos el flujo de la vida con una facilidad libre de
esfuerzos.
Aplicación práctica.
1. Hoy practicaré la
aceptación. Aceptaré a las personas y situaciones tal como ocurran.
2. Asumiré la
responsabilidad de mi situación sin echar a nadie ni a nada la culpa, ni
siquiera a mí mismo.
3. Hoy, mi atención
quedará establecida en la indefensión.
La inteligencia del
universo funciona
Con una facilidad libre de esfuerzos,
Con despreocupación, con armonía y con amor.
Y
dominamos las fuerzas
De
la armonía de la alegría y del amor,
Creamos el éxito y la buena fortuna
Con una facilidad libre de esfuerzos. |