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ANTIDEPRESIVOS NATURALES
Existen
diversas medidas de carácter general, así como terapias, alimentos, plantas,
hierbas y fórmulas menos conocidas que el hipérico y el Prozac, que resultan de
gran ayuda para tratar la depresión. Una combinación de todas ellas puede ser
extraordinariamente eficaz a la hora de combatir esta patología, cada vez más
frecuente en la sociedad occidental.
Hace más de cincuenta años, los científicos descubrieron que la depresión es una
alteración bioquímica que afecta a los neurotransmisores de las células
cerebrales. Ahora también sabemos que puede deberse a factores genéticos, según
se ha comprobado en estudios realizados con gemelos. Sin embargo, en muchas
ocasiones ni los genes ni los factores psicológicos tienen que ver con el
desarrollo de la enfermedad. Con mucha más frecuencia de lo que imaginamos, el
factor nutricional se encuentra en la raíz del problema, de ahí que sea esencial
que la alimentación aporte al organismo las vitaminas, aminoácidos, minerales y
proteínas necesarios para la formación de sustancias como la serotonina, que
ayudan al equilibrio y bienestar mentales.
Nos gusten más o menos, hay alimentos como la avena que pueden ayudarnos a no
caer en la depresión. Este cereal es un excelente tónico para el sistema
nervioso. Es aconsejable tomarlo en el desayuno (a menos que se tenga alergia al
gluten) al estilo inglés (porridge), pero también puede consumirse la tintura de
paja de avena, o bien tomar ésta en decocción.
Si la avena es un buen antidepresivo, el chocolate tiene fama de ser uno de los
mejores alimentos para combatir este mal, y no sólo porque “nos haga felices”.
Estudios realizados en Harvard en los últimos años han demostrado que posee una
sustancia capaz de transformarse en uno de los neurotransmisores que se pierden
en los estados depresivos. Dado que el consumo moderado de chocolate reconforta
y llena la sensación de vacío que sienten muchas personas depresivas, se
aconseja tomarlo con regularidad en dosis pequeñas, justo para que la grata
sensación que deja en el paladar “se instale felizmente” en nuestro cerebro.
Existen otros alimentos sobre los que recientemente se han descubierto
propiedades antidepresivas. Los cefalópodos, en concreto, esas criaturas marinas
entre las que se incluyen sepias y calamares, se llevan la palma. Ángel Guerra,
del departamento Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo
(CSIC), ha comentado: “Estudios realizados en humanos por algunos médicos
homeópatas, sobre todo franceses, han proporcionado resultados preliminares que
parecen demostrar que la tinta de algunos cefalópodos, además de servir de
condimento para platos tradicionales, posee propiedades antidepresivas”.
Sin duda, la alimentación es un factor esencial para
evitar carencias que repercutan en nuestro cerebro, pero, a menudo, la depresión
es un trastorno lo bastante grave como para precisar ayuda psiquiátrica o
psicoterapéutica.
Vitaminas,
aminoácidos y oligoelementos
VITAMINA C: Fundamental
para evitar la sensación de fatiga y el sentimiento de tristeza. Principales
fuentes: kiwis y cítricos.
VITAMINAS DEL GRUPO B: Su carencia repercute mucho en la depresión. La tiamina
(B1) mejora la actitud mental y mantiene el buen funcionamiento del sistema
nervioso. La piridoxina (B6) ayuda a mantener en buen estado el sistema
nervioso. La cobalamina (B12) aumenta la energía y mejora la concentración y la
memoria. Principales fuentes de todas ellas: levadura de cerveza, salvado y
germen de trigo, leche, melón, repollo, melaza, huevos, alga espirulina y la
mayoría de los vegetales.
CALCIO: Imprescindible para el equilibrio anímico. Su carencia provoca sensación
de fatiga y excitabilidad. Principales fuentes: leche, yogur, quesos, leche de
soja, sepia, calamar, calcio de ostras.
HIERRO: Esencial para eliminar los síntomas de depresión, ya que su carencia se
refleja en falta de ánimo. Principales fuentes: verduras frescas de color verde,
leguminosas, frutos secos y chocolate negro.
TRIPTÓFANOS Y FENILANINA: Son aminoácidos esenciales para que el cerebro
produzca serotonina, norepinefrina y dopamina, transmisores que estimulan la
actividad física y mental y actúan como antidepresivos naturales. Principales
fuentes: requesón, leche, pescado, plátanos, dátiles, almendras, cacahuetes,
semillas de sésamo y calabaza.
MAGNESIO: Es uno de los aminoácidos esenciales contra la depresión. Principales
fuentes: chocolate, copos de avena, germen de trigo, cereales enteros, mariscos,
higos secos y nueces.
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