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La
contaminación genética
Los
resultados de numerosas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años
han estado advirtiendo de un fenómeno denominado "contaminación genética"
por el que los transgenes pasan a formar parte de plantas y alimentos no
transgénicos. La contaminación genética es una grave agresión para el medio
ambiente y la salud de las personas, y las causas que pueden ocasionarla son
varias. De especial preocupación resulta cuando los genes contaminantes
acaban en nuestros alimentos y son consumidos sin ningún tipo de
conocimiento. No hay que ser un experto en la materia para deducir que las
experimentaciones a pequeña escala en parcelas reducidas pueden significar
focos de contaminación y filtración impredecibles y desconocidos. Porque, en
realidad, se desconoce el comportamiento y las características de esos genes
transgénicos una vez sometidos a la dinámica propia de los agrosistemas de
una determinada zona.
Se filtran
estos productos en el mercado porque no se separan las variedades
transgénicas de las naturales, sino que se suministran mezcladas. En los
lugares de acopio, cosechas transgénicas y no transgénicas son mezcladas
para facilitar la venta e intromisión de las transgénicas. Estas variedades
transgénicas, camufladas entre variedades no transgénicas, pueden eludir más
fácilmente los escasos y mediocres controles y entrar en países donde pueden
estar prohibidas. Este problema se agrava en países económicamente pobres.
El mayor
riesgo de filtración genética procede de la excesiva tolerancia en las
legislaciones hacia los cultivos transgénicos, que permiten el cultivo y el
procesamiento de variedades que están prohibidas en muchos países del mundo.
Pero, al final, los productos transgénicos se acaban introduciendo
camufladamente en muchos países debido a la falta de un etiquetado, ausencia
de controles seguros, permisividad de una clase política corrupta y a causa
de las presiones y chantajes comerciales a través de la OMC, FMI, ajustes
estructurales, agendas neoliberales, etc.
Los casos
conocidos de filtración y contaminación genética fueron descubiertos por
organizaciones ambientalistas y de consumidores. Todas ellas son ONGs con
escasos recursos económicos, técnicos y humanos. Por lo tanto, si se
investigaran con mayores recursos los alimentos que consumimos los casos de
filtración genética se desbordarían.
La filtración
genética ya es un hecho y una realidad. Hoy en día existen una gran cantidad
y variedad de genes transgénicos, y muy diversas formas de filtración y
contaminación genética. Éstas son muy difíciles de descubrir y parece casi
imposible de eliminar. Es más, ocurre todo lo contrario, pues se extienden
sin límites. A las peligrosas e inadmisibles consecuencias ambientales que
conllevan los productos transgénicos hay que añadir, ahora, el grave peligro
que surge de la filtración en la dieta humana de la contaminación genética.

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