El encontrar un equilibrio y
una unión entre nuestras propias energías masculinas y femeninas es una
tarea importante. Es necesario equilibrar el modo de ser masculino,
altamente racional, inteligente e inexpresivo, y el femenino, irracional,
emocional, expresivo y a menudo histérico. De esta manera contamos con todas
las cualidades de ambas energías.
Tanto la energía masculina
como la femenina en exclusiva resultan patológicas. Debemos mantener un
equilibrio. Sólo cuando nos manejamos apropiadamente con ambas energías y
las manifestamos confortablemente podemos obrar adecuadamente en todos los
momentos. En un momento emocional uno está allí para sentirlo, y en un
intercambio intelectual también se está preparado para entenderlo. Solamente
cuando uno es consciente de su unidad interior está capacitado para
encontrar su divinidad.
Si los visitantes masculinos
de esta página quieren evitar su rápido viaje hacia la enfermedad y la tumba
necesitan conocer las leyes naturales. La alquimia sexual es un camino que
nos enseña cómo utilizar la sexualidad para llegar a la salud y a la
longevidad, antes que a la perdición.
Los elementos fundamentales en
la práctica de esta alquimia interior son equilibrio, armonía y la unión de
los contrarios. Para que un hombre cultive sus poderes masculinos, debe
nutrir su esencia masculina absorbiendo e intercambiando esencia femenina.
Cuando el hombre y la mujer se
entregan libremente a la sexualidad, intercambiando sus fluidos corporales y
respirando cada uno el aliento del otro, ocurre como si el fuego y el agua
se combinaran en tan perfectas proporciones que ninguno de los dos pudiese
derrotar al otro. El hombre y la mujer deben fluir y refluir en el coito
como las olas y las corrientes del mar, primero hacia un lado, luego al
otro, pero siempre en armonía con las leyes naturales. De esta forma pueden
seguir toda la noche, alimentando y preservando constantemente su preciosa
esencia vital, curando todos los males y favoreciendo una larga vida.
Sin esta armonía básica de las
energías masculinas y femeninas, ni las más poderosas ni los más potentes
afrodisíacos les servirán de nada para sanar o para recuperar la actividad
sexualidad. Si las esencias vitales se secan debido a un exceso de emisión
de semen o a una completa negligencia, ya nunca pueden reavivarse.
Cuando el sexo es practicado
según los principios de la alquimia sexual, más que ser una prueba
agotadora, se convierte en una fuente inagotable de energía, como un pozo
que jamás se seca. Sin embargo, el sexo también puede “ahogar” cuando se
ignora cómo permanecer “a flote” durante el coito. Por eso es tan necesario
comprender todos estos aspectos que tratamos en “conocimientos generales”.