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ESPIRITUALIDAD. REFLEXIONES
En un mundo globalizado y en procesos de rápidos y profundos cambios
hemos mirado nuestra historia humana y encontramos el rastro de la
violencia, del desequilibrio, de la negación, de la dominación, de la
falta de armonía, de la falta de belleza, de la soledad, de la angustia
y de la muerte en la vida de tantas y tantas personas y pueblos de la
tierra, hoy y ayer.
Los procesos exteriores son ciertamente una de las dos caras de la vida
humana. La otra cara es el interior de cada persona, los procesos y
movimientos en el corazón humano. “Nada de lo que entra de afuera puede
hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo
hace impuro”.
Quiero entonces prestar aquí atención a las raíces que pueda tener en el
interior del corazón humano todo aquello que nos desconcierta y desafía.
Espiritualidad ¿qué es?
A pesar de que hoy se habla mucho de espiritualidad, de experiencias
espirituales, etc, no siempre estoy seguro de que hablamos y pensamos en
lo mismo. Por eso quiero decir brevemente lo que aquí quiero entender
por “Espiritualidad”.
Espiritualidad es la continua transformación de una persona que responde
a su búsqueda de la bondad. La transformación del hombre viejo en un
hombre nuevo, es una de las ideas centrales en nuestra consideración
sobre lo que es “Espiritualidad”.
Hablar de espiritualidad es entonces hablar de un proceso dinámico de
transformación. Es hablar de interioridad, de la vida interior de la
persona. La transformación actúa desde adentro.
Espiritualidad es un camino de atención y de búsqueda de aquel “Dios”
que es totalmente otro, que es el misterio, que interpela y desconcierta
desde las realidades y acontecimientos del mundo y de las personas, pero
también de aquel “Dios” al que encuentro cuando estoy totalmente conmigo
mismo, cuando logro sumergirme en el propio pozo, aquel “Dios” que es
más íntimo mío que yo mismo.
Transformación es algo distinto a cambio, pues en el cambio hay algo de
violencia, en tanto que en la transformación el proceso es más suave y
armónico. Por otra parte, transformación significa de alguna manera que
todo puede continuar, pues es bueno y tiene su sentido, que mis
padecimientos y enfermedades también tienen su valor aunque, de vez en
cuando, me cueste aceptarlos.
Transformación significa que lo verdadero debe abrirse paso a través de
lo inauténtico, y lo auténtico, a través de las apariencias. La vida
espiritual no es una tarea que estamos obligados a realizar, sino un
cambio interior que debiera transformarnos siempre. |
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