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LA FUERZA DE LA POSITIVIDAD
Los
pensamientos y sentimientos de preocupaciones, miedo y pesar nos
debilitan y no nos pueden ayudar para encontrar soluciones duraderas a
nuestros problemas. En cierto sentido, ellos son los problemas. Si tengo
la fortaleza de responder a una situación con calma y serenidad, esa
situación deja de ser un problema. Pero entonces surge la cuestión:
¿Cómo nos podemos liberar de tales pensamientos y sentimientos? ¿Acaso
no forman parte de la condición humana? ¿Cómo podemos mantener
sentimientos positivos cuando tantas cosas van mal en el mundo?
Es cierto que cuando somos débiles, no podemos hacer nada en relación a
tales sentimientos. Se apoderan de nosotros. Sin embargo, aunque la
debilidad sea algo común, no es nuestra condición natural.
Originalmente, cada uno de nosotros es poderoso de forma natural. En
este contexto interior, poder significa estar bien equipado con la
energía de los pensamientos y sentimientos positivos y saber cómo
usarlos y mantenerlos efectivamente.
En este estado poderoso sentimos amor hacia el ser, hacia los demás,
hacia la vida. Cuando permitimos que vengan pensamientos negativos, es
como si dejáramos que se abriera una brecha en la vasija del alma, por
la que se escapa nuestro poder y fortaleza internos. Cuando empezamos a
pensar positivamente, acumulamos poder. Nuestra auto-confianza y
efectividad incrementa. Los pensamientos positivos son el fundamento de
nuestra paz interior y ésta es necesaria a fin de llenarnos de energía y
acumular poder de la chispa divina, la fuente eterna de poder y
sabiduría espiritual. Conectar con esta fuente es lo mismo que conectar
con un pozo inagotable de recursos y de energía espiritual que nos
regenera internamente y nos capacita a seguir creando pensamientos y
sentimientos positivos y creativos.
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