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Las influencias.
Sabed que depende siempre de vosotros el aceptar una influencia. Ni tan
siquiera los espíritus del mal tienen poder sobre vosotros si os cerráis a
ellos. Evidentemente, si no tenéis discernimiento, si no sabéis protegeros,
si no tomáis precauciones, pueden arrastraros hasta el infierno. Saben como
deben tentaros con toda clase de cebos, y si os doblegáis, si mordéis el
anzuelo, entonces caéis en la red, y después, suavemente, os llevan a
vuestra perdición. Dios les ha dado ese poder, pero sólo si sois débiles, si
no estáis iluminados. Si rehusáis dejaros atraer en la dirección a la que
quieren conduciros y os ponéis bajo la influencia de los espíritus luminosos
entonces escapáis y no tienen ningún poder sobre vosotros.
La alegría y las influencias
El tema que nos ocupa es la expansión de la red de la alegría (la antítesis
de la aflicción) en el reino de la conciencia, para comunicarle esa alegría
al mundo de la forma. Cuando la mónada individual es capaz de abandonar
voluntariamente el yo individual por medio de un acto de genuina renuncia,
se siente enseguida atraída por el ideal divino consistente en expandir por
el mundo la maravillosa actividad de la vibrante alegría: alegría por uno
mismo, por la naturaleza, por la oportunidad, por el servicio, por la música
y por el arte, e incluso alegría por el proceso de la purificación del yo.
Todas
las facetas de la vida presentan un desafío para quienes se esfuerzan
diariamente en acercarse a la Luz. No es un desafío preocupante, sino
esperanzador. El hecho de que el individuo pueda mejorar sin que importe
cuál sea su condición, que pueda cambiar su vibración y los contenidos de su
mente tal como lo haría con sus vestiduras, es señal de esperanza y presagio
de alegría.
Los campos energéticos pueden ser magníficos si se califican adecuadamente,
pues no sólo pueden rodear a su creador con la vibración de la alegría, sino
que, de acuerdo con la ley de atracción, también pueden atraer las
vibraciones de gozo y felicidad procedentes de muchos lugares del mundo.
Sé consciente de lo que atraes a tu mundo, ya que, reconocemos que lo
contrario también es cierto. Rara vez se dan cuenta las personas de que de
vez en cuando las rodean entidades descarnadas: entidades de miedo, de duda
y de dolor. Los individuos crean con sus actitudes el clima que atrae hacia
su aura a estos intrusos.
Una entidad desencarnada es un espíritu que no está encarnado y que no ha
ascendido hacia la Luz; de aquí que no esté libre de karma ni de la rueda
del renacimiento. Ya que un alma así no ha pasado por el ritual de la
ascensión y no se ha identificado plenamente con la Divinidad, está sujeta
al error igual que cualquier persona encarnada. Aún poseída por elementos
del ego humano, así como por acumulaciones de negatividad, puede transmitir
todo ello intencionadamente o sin quererlo.
Las entidades desencarnadas pueden ser benignas, pero no son omniscientes;
pueden impartir la verdad, pero pueden ser testarudas, orgullosas e
interesadas. Se sabe que han usado a gente para lograr sus fines a la vez
que le robaban su luz.
Las entidades desencarnadas consumen las energías vitales del alma,
vaciando, tanto a quien funciona de canal como al resto de los presentes, de
la esencia espiritual necesaria para el verdadero progreso en el Sendero.
Por el contrario, la energía emitida por los seres ascendidos, plenos de
Luz, y que están unidos a la mente universal, es extraordinaria. Es
vigorizadora. Carga y recarga el cuerpo, la mente y el espíritu de cada
persona; limpia los chakras y acerca el alma a su propia realidad divina
interior.
Acerca de los cambios de humor, nos gustaría sugerir a nuestros amigos
lectores que cuando se sientan invadidos por sentimientos de angustia o de
malestar, busquen la causa de esos sentimientos en su propia mente
subconsciente. En esto podemos incluir el albergar ideas negativas que
puedan haber entrado en su mundo.
En segundo lugar, deberían considerar la influencia de entidades farsantes o
malévolas. Cuando un individuo trata de perfeccionarse e inicia los pasos
correspondientes, meditando, leyendo literatura espiritual, conferencias
constructivas, la acción vibratoria de tal búsqueda superior hace que
cualquier entidad invasora que la persona pueda albergar se sienta sumamente
incómoda.
Así, las entidades que no están dispuestas a renunciar a su dominio sobre
esa corriente de vida, proyectarán en su conciencia un sentimiento de
incomodidad o de desdicha. Las entidades le asegurarán al individuo que esto
se puede atribuir directamente a la actividad en la que está participando.
De esta manera, a muchas almas sinceras se las detiene en el Sendero o se
les impide obtener los beneficios de la meditación superior. Así, debido a
su vulnerabilidad a las entidades invasoras, se quedan sin la oportunidad de
recibir conocimientos trascendentes.
Por eso es necesario que se protejan aquellos que deseen seguir progresando
en el camino ascendente. Y hablamos no sólo de la protección que provee el
conocimiento que estamos transmitiendo, sino también a la que proporcionan
los decretos, la oración, la meditación trascendental y la determinación de
caminar hacia la propia espiritualidad.
De este modo, te descubrirás a ti mismo realizando un rápido progreso cuando
decidas expulsar de tu vida a las entidades desencarnadas. Entre estas
entidades se encuentran los espíritus de familiares, amigos o enemigos
fallecidos, los cuales pueden ser atraídos positiva o negativamente hacia tu
persona.
En verdad, invocar la protección de Dios, El Ser Universal o como tu gustes
llamarlo te aislará de la malicia de aquellos de quien ni siquiera sabes que
son tus enemigos. Esta malicia llega con frecuencia por intermedio de
quienes usan sus poderes para atacar a quienes escapan de su influencia.
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