|
EL MUNDO INTERIOR
Debemos aprender a enfatizar las posibilidades de nuestro mundo interno,
pues es en nuestro mundo interno en el que estamos continuamente
sumergidos. Este mundo nos pertenece: donde quiera que vayamos, lo
llevamos con nosotros y podemos contar con él, mientras que el mundo
externo siempre nos reserva alguna que otra decepción. Si lo que buscamos
es nuestro verdadero camino, la plenitud, debemos saber que podemos
encontrarlos en nosotros mismos. El problema es que no nos conocemos, no
sabemos todo lo que poseemos, todos nuestros tesoros, y nuestro
conocimiento se pierde irremediablemente en tesituras inertes, sin sentido
y de vana erudición. Debemos esforzarnos para sentir y utilizar todos
nuestros recursos.
|
|