La soledad es un medio indispensable para cultivar la sensibilidad y lograr
el desarrollo total del ser humano. Uno tiene que saber lo que es estar
solo, lo que es meditar, lo que es morir; y las implicaciones de la soledad,
de la meditación, de la muerte, sólo pueden ser conocidas si uno las anhela.
Estas implicaciones no pueden ser enseñadas, tienen que ser aprendidas. Uno
puede indicar, pero aprender a base de lo indicado no es experimentar la
soledad o la meditación. Para experimentarlas, uno debe hallarse en un
estado de investigación; sólo una mente que investiga es capaz de aprender.
Pero cuando la investigación es suprimida por el conocimiento previo o por
la autoridad y la experiencia de otro, el aprender se vuelve mera imitación,
y la imitación hace que un ser humano repita lo aprendido sin vivenciarlo.
La enseñanza no consiste tan
sólo en impartir información, sino que es el cultivo de una mente
inquisitiva. Una mente así penetrará en el problema de lo que es la religión
y no aceptará meramente las religiones establecidas, con sus templos y
rituales. La verdadera religión es la búsqueda de Dios, de la verdad o como
guste uno llamarlo, y no la simple aceptación de la creencia y el dogma.
Igual que el estudiante lava
sus dientes todos los días, se baña todos los días, así también tiene que
existir la acción de sentarse quietamente con otros o a solas. Esta soledad
creativa no puede ser producida por la enseñanza o impulsada por la
autoridad externa de la tradición, o inducida por la influencia de aquéllos
que desean sentarse quietamente, pero son incapaces de permanecer solos.
Esta soledad ayuda a la mente a que se vea con claridad a sí misma como en
un espejo y a que se libere del inútil esfuerzo de la ambición con todas sus
complejidades, temores y frustraciones, que son el resultado de la actividad
egocéntrica.
La soledad confiere
estabilidad a la mente, le da una constancia que no puede ser medida en
términos de tiempo. Esa claridad de la mente es el carácter. La falta de
carácter es el estado de contradicción interna.