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MEDITAR SOBRE NUESTRO AUTENTICO SER
A continuación, te ofrecemos un ejercicio de meditación en silencio
enfocado en experimentar tu verdadera identidad.
Siéntate cómodamente y
sigue los pensamientos sugeridos. El objetivo es crear una atmósfera de
paz... Deja que los pensamientos fluyan sin hacer ningún esfuerzo para
impedirlo. Sé un simple observador del proceso –como si estuvieras en
un tren y los pensamientos fueran escenas bonitas o desagradables, del
pasado o de hoy, que van pasando por la ventana. Tú no eres más que un
pasajero. Ahora, visualiza a este pasajero: ¿cómo es? Mira por las
ventanas de la vida, las situaciones, los efectos de las acciones y
reacciones. ¿Quién es este ser capaz de examinar sus propios
pensamientos? Mira al observador, no como una forma física, sino como
luz.
Centrado en el propio mecanismo de pensar, que es el cerebro, en el
centro de la cabeza, el ser (tú) está brillando. Empieza a concentrar tu
energía en ti mismo. Deja los pensamientos de ayer, de hoy y de mañana,
que están fuera de la ventana, y presta atención internamente a este ser
de luz que está brillando en el centro de la cabeza. Piensa: Yo soy este
ser luminoso... este radiante punto de energía... estoy ocupando mi
cuerpo físico que es como mi vehículo... pero soy el conductor... soy
diferente de mi coche... Es un vehículo muy valioso... llegará el día en
que el vehículo ya no funcionará... Tendré que marcharme, yo, el ser
pensante, un pequeño punto de energía sutil, metafísica... y ahora soy
consciente de ello, simplemente estoy irradiando luz desde el centro de
la cabeza... He dejado todas las preocupaciones de la vida... En estos
momentos sólo estoy concentrado en mi mundo interior... No tengo ninguna
identidad física: ni hombre, ni mujer; ni joven, ni viejo; ninguna
nacionalidad... se han eliminado todas estas máscaras... Yo soy sólo yo,
sin las etiquetas físicas, sin los adjetivos que hablan del cuerpo
físico, color, nación, religión... soy sólo un pequeño punto de luz...
Soy consciente de mi cualidad verdadera e intrínseca de paz... No tengo
nada que ver con la confusión, la agresividad... Ellas no forman parte
de mi estructura... Soy pacífico, tranquilo, lleno de amor, sabio, puro,
poderoso... He dejado las corrientes, las restricciones, las etiquetas.
o que acabas de hacer es indagar un poco en la experiencia del verdadero
ser, alguien que puede observar, dirigir y experimentar los
pensamientos.
Te sugerimos que ahondes en esta experiencia y anotes las
experiencias en un diario. Imagina cuán beneficioso sería empezar el día
con este estado de conciencia, y detenerte de vez en cuando durante el
día para volver a este estado de conciencia del auténtico ser.
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