Pruebas.
¿Existe vida después
de la muerte? Todos nos "morimos de ganas" de conocer la respuesta a una
pregunta sobre la que los hombres discuten desde hace siglos. Y la respuesta
sigue en el mismo punto: precisamente en "punto muerto". Claro, que esto es
así, si solo buscamos la respuesta en la ciencia oficial, si solo buscamos
pruebas científicamente fundadas, experimentales u objetivas.
Pero la actitud
científica (muchas veces ciega a la evidencia) exige fenómenos
matemáticamente demostrables, repetitivos, mensurables, que no se adecua a
esta cuestión.
Henri Bergson, en su
alocución presidencial a la Sociedad para la Investigación Psíquica de
Londres, en 1913, declaró con respecto a las apariciones y a esta
investigación psíquica: " Cuando considero el gran número de casos, su
semejanza, su aire familiar y la coherencia de tantos testimonios, todos
analizados, verificados y examinados, tiendo por mi parte, a creer tanto en
la telepatía y apariciones como, por ejemplo, en la derrota de la Armada
Invencible. No es una certidumbre matemática como la formulada por la prueba
del teorema de Pitágoras. No es tampoco la certidumbre que emerge del examen
de la ley de Galileo. Es, no obstante, el tipo de certidumbre que tenemos en
el campo de la historia y la jurisprudencia.
Es con esos "ojos"
con los que se debe indagar en estas cuestiones, sino corres el riesgo, de
quedarte igual de ciego que lo ha hecho la ciencia en el transcurso de la
historia.
Tampoco pido que se
deba creer por el mero hecho de hacerlo. Más bien pediría, que pudieran
disponer de su mente sin ninguna barrera.
Un testimonio (e
incluso varios) no es una prueba. " Testigo único, testigo nulo ", decían
los romanos. Sin embargo, las experiencias individuales forman un conjunto
de pruebas subjetivas.
¿Pero que tipo de
pervivencia nos espera, si es que la hay?
Cuando pensamos en
esta, nos viene a nuestra mente una pervivencia individual, de la misma
manera que hemos estado viviendo en este plano.
Una prolongación de
lo que hemos sido en esta vida, un perfeccionamiento de lo que hubiéramos
deseado ser.
Queda por determinar
que puede ser la supervivencia. ¿Acaso un regreso a la gran "sopa" atómica?
Al fin y al cabo, aun reducido a polvo, nuestro cuerpo estará todavía
compuesto de átomos, que servirán de "mantillo" a futuras criaturas. ¿Una
reencarnación de lo mejor de nosotros mismos? ¿O tal vez la reintegración de
lo que hemos sido en un cuerpo de nueva materialidad?
Lo decía Dalí: "
Reclamo una vida en el más allá con persistencia de la memoria. De buena
gana renunciaría a las beatitudes eternas siempre que, en la eternidad, lo
recordara todo".
Las religiones no
afirman esta posibilidad de una conciencia preservada, pero todos coinciden
en la idea de una persistencia.
¿Cual de ellas?

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