EL SER, EL ATMAN
El
hecho central del ser humano es su divinidad inherente.
La naturaleza
esencial del hombre es divina, pero ha perdido la conciencia de ello debido
a sus tendencias animales y al velo de su ignorancia. El hombre, en su
ignorancia, se identifica con el cuerpo, la mente y los sentidos. Al
trascender éstos, vuelve uno, a lo Absoluto, lo cual es pura
bienaventuranza.
Lo Absoluto, es la
realidad más plena y la conciencia más completa. El Atman (el Ser) es la
Consciencia común a todos los seres. El ladrón, la prostituta, el
barrendero, el rey, el maleante, el santo, el perro, el gato, la rata...,
todos ellos comparten un Atman común.
Sólo en los cuerpos y
mentes existen diferencias aparentes y ficticias. Existen diferencias de
colores y opiniones, pero el Atman es el mismo en todo.
Si eres muy rico,
puedes tener un barco, un tren o un avión particulares para tus interesen
egoístas. Pero no puedes tener un Atman privado. El Atman es común a todo.
No es propiedad privada de ningún individuo.
El Atman es uno entre
la diversidad. Es constante entre las formas que vienen y se van. Es la
consciencia pura, absoluta y esencial de todos los seres conscientes.
La fuente de toda la
vida y de todo conocimiento es el atman, tu Ser interno. Este Atman, o Alma
Suprema, es trascendente, inexplicable, indefinible, inentendible,
indescriptible, todo paz y todo dicha.
No hay diferencia
entre el Atman y la dicha. El Atman es la dicha misma. El Ser Supremo de
Luz, la perfección, la paz, la inmortalidad y la dicha son la misma cosa. La
meta de la vida es alcanzar la perfección de este plano y de los objetivos
prefijados. Cuanto más se aproxima uno a la verdad de este plano, más feliz
se vuelve. Pues la naturaleza esencial de la Verdad es la dicha positiva y
absoluta.
No hay dicha con lo
finito. Ésta sólo se halla en lo infinito, por eso nuestro objetivo en este
plano es alcanzar la perfección que nos permite nuestro estado de espacio y
tiempo, o sea, una parte de la Verdad absoluta. La dicha eterna sólo puede
obtenerse cuando ya formas parte del Ser eterno.
Nadie puede salvarse
sino por medio de la realización del Ser. La búsqueda de lo Absoluto debería
emprenderse aun a costa de tener que sacrificar lo más querido.
Estudia cuantos
libros filosóficos quieras, da más y más conferencias durante tus extensos
viajes, permanece en una cueva en los Himalayas durante cien años, practica
todo tipo de técnicas de relajación y meditación, pero no podrás alcanzar la
emancipación sin lograr la realización de la unidad del Ser.
Lo que la Liberación
implica.
La unidad del Ser, o
la unidad de la existencia, constituye la realidad, y la realización de esta
Realidad es Moksha, o la liberación.
Moksha consiste en
romper las barreras que delimitan la existencia separada. Moksha es el
estado absoluto del Ser, en el que se comprende la unidad de la consciencia
que todo lo impregna y permea, como la de una simple naranja que sostuvieses
en tu mano.
Moksha no consiste en
el logro de la liberación del presente estado de esclavitud, sino en la
comprensión de la libertad que de hecho existe. Es la liberación de la
noción errónea de la esclavitud.
El alma individual
siente hallarse en esclavitud debido a la ignorancia causada por el poder de
la nesciencia (ignorancia). Cuando la creencia equivocada, producida por la
ilusión, es destruida por el Conocimiento del Atman, en ese mismo instante
y, en esta misma vida, se verifica el estado de liberación. No es algo que
vaya a lograrse o deba lograrse tras la muerte.
La causa de la
ilusión es el deseo presente en el hombre. Los deseos generan olas de
pensamientos, y éstos ocultan la verdadera naturaleza del Atman, que es
dichosa, inmortal y eterna. Cuando se aniquilan los deseos, el Conocimiento
de Brahman (la Realidad absoluta) amanece en el individuo.
El Conocimiento de la
Realidad Absoluta no es una acción en sí. No puedes alcanzar a Brahman, como
no puedes alcanzarte a ti mismo si no es conociéndote. El Conocimiento de
Brahman es absoluto y directo. Es la experiencia intuitiva.
La razón y la
intuición
La intuición se
produce como un destello. No se desarrolla poco a poco. El conocimiento
inmediato que se logra por medio de la intuición une al alma individual con
el alma Suprema. La intuición funde al sujeto y el objeto de su
conocimiento, junto con el proceso del conocer, con lo Absoluto, donde no
existe la dualidad. En la intuición, el tiempo se convierte en eternidad y
el espacio en infinitud.
El conocimiento
intuitivo es el más elevado. Es el conocimiento imperecedero e infinito de
la Verdad. El conocimiento sensorial es el conocimiento de la apariencia,
pero no de la Verdad.
El conocimiento
sensorial es una forma falsa de conocer, mientras que la intuición es la
forma correcta de conocer. Única y exclusivamente por medio de la intuición
puedes obtener el Conocimiento del Ser.
Sin el desarrollo de
la intuición, el hombre intelectual permanece imperfecto. El intelecto no
tiene poder suficiente para penetrar en las profundidades de la Verdad. El
intelecto funciona dentro del reino de la dualidad, pero es inefectivo en el
reino de la no-dualidad.
La mente y el
intelecto son instrumentos finitos. La razón es finita. No puede penetrar en
lo Infinito. Únicamente la intuición puede comprender lo Infinito.
Los intentos
científicos por comprobar lo Infinito son fútiles. El único método de
comprobar lo Infinito, es el intuitivo.
La meditación conduce
a la intuición. La meditación es la clave que permite la expresión de la
divinidad, o Atman, oculta en todos los nombres y formas.
El proceso de la
meditación
No puede llegarse al
Conocimiento sino por medio de la meditación. El aspirante ha de rebuscar
hasta en su propia alma, y entonces se manifiesta la Verdad.
Por medio de la
meditación regular vas creciendo gradualmente en espiritualidad. La llama
divina crece y se vuelve más y más brillante.
La meditación te
confiere, gradualmente, la luz eterna y la intuición. Por medio de la
práctica constante de la concentración y la meditación, la mente se vuelve
tan pura y transparente como un cristal. El estrépito de la lucha por las
cosas mundanas se va reduciendo más y más al irse uno abstrayendo en el
interior de sí mismo. Esto no quiere decir que no vivamos las
responsabilidades de este mundo moderno, sino que deberemos discernir cuales
son las cosas realmente importantes y las que entorpecen nuestro progreso
espiritual, sin aportar nada a cambio.
La pureza del
despertar espiritual cambia la perspectiva propia y uno empieza a buscar
devotamente sólo aquello que le produzca, a la larga, una felicidad y una
paz verdaderas. La búsqueda de ventajas materiales e inmediatas se vuelve,
por tanto, menos urgente.
La meditación te guía
más y más hacia el interior de ti mismo, de lo grosero a lo sutil, de ello a
lo más sutil, y de ahí a lo más excelso, a vislumbrar la Luz.
La meditación es el
único camino real adecuado para alcanzar el conocimiento de uno mismo. La
paz y la dicha no pueden hallarse en los libros, iglesias ni monasterios.
Sólo pueden lograrse cuando amanece el Conocimiento del Ser.
¿Para que leer tantos
libros? No sirve de nada. El libro más grande se halla en tu propio
interior. Abre las páginas de este libro inagotable que es la fuente de todo
conocimiento.
Cierra los ojos.
Abstrae tus sentidos. Aquieta tu mente. Silencia los pensamientos
bulliciosos. Apacigua tus ondas mentales. Sumérgete profundamente en el
Atman o el Ser. Todas tus angustias mentales desaparecerán. Todo tipo de
discusiones acaloradas y debates coléricos tocarán a su fin. Sólo
permanecerán la paz y el Conocimiento.
Todos los nombres y
todas las formas se desvanecen en la meditación profunda. En ese estado se
experimenta la conciencia de un espacio infinito. Pero también esto
desaparece para dar lugar a un estado de nada. De pronto, amanece la
iluminación.
La materia y el
espíritu
El universo entero es
el cuerpo del Ser Supremo de Luz. Todo este mundo es Dios o el macrocosmos.
Éste no es un mundo de materia inerte, sino que es una Presencia viva. Es
una manifestación del espíritu.
El error fundamental
de todas las épocas ha sido creer que el mundo espiritual y el material
estaban separados. El espíritu y la materia no son distintos ni separables.
La materia es el
Espíritu percibido a través de los sentidos. La materia es el Espíritu
manifestado. Es el Espíritu en movimiento. Es el poder del Señor. Es el
aspecto dinámico del Señor estático. El mundo es una expresión de Brahman, o
lo Absoluto.
Este mundo es una
emancipación, una manifestación, un reflejo de Dios.
El Ser Supremo de Luz
es la luz única que brilla en las distintas formas. Es la voz única que
habla en los diversos idiomas. Es la vida única que vibra en cada átomo del
universo.
De igual modo que no
hay diferencia entre el oro y el ornamento, no existe diferencia entre el
Ser Supremo de Luz y el universo. Dios es quien paladea, siendo, a la vez,
Él mismo lo saboreado.
¿Es el mundo irreal?
En realidad, el mundo
no existe. Es una mera apariencia. Todos los nombres y formas son irreales,
como una sombra, o como el agua en el espejo, o como el azul del cielo.
La irrealidad del
mundo es lo verdadero en último análisis. Sin embargo, desde el punto de
vista de la existencia relativa, uno no puede negarlo. Desde el punto de
vista empírico, parece bastante real.
Este mundo no es
absolutamente irreal, puesto que lo experimentas y lo sientes. Tampoco es
absolutamente real, puesto que se desvanece al alcanzar la sabiduría.
¿Para quién y cuándo
es este mundo irreal? Sólo lo es para el sabio liberado. Pero es una
realidad sólida para el hombre mundano. Sólo cuando te despiertas te parece
el sueño irreal; pues mientras sueñas, te parece bastante real.
La meta de la vida
El nacimiento y la
muerte, el placer y el dolor, la ganancia y la pérdida, son sólo creaciones
mentales. Trasciende los pares opuestos. Nunca naciste. Nunca morirás. Eres
siempre el Ser inmortal. Es sólo tu cuerpo físico el que viene y se va.
El conocimiento de
todas las ciencias seculares es como una simple cáscara comparado con el
Conocimiento del Ser. Ahí yacen los inapreciables tesoros del Atman
esperándote. Ahí yace la inagotable riqueza de tu Ser interior, el destello
de divinidad que posees . Ahí no puede haber insolvencia, ni fracaso
bancario, ni bancarrota, toma posesión de este tesoro espiritual, el
esplendor de tu Ser, y disfrútalo por siempre jamás.
Únete a la Luz de
luces.
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