Carta número X
La carta nos habla de una rueda que da vueltas y vueltas, girando sin parar
y subida a ella hay una especie de mono que va pasando por diversos lugares
de la rueda. La palabra clave es destino.
La suerte es algo que todos hemos mencionado alguna vez,
da igual con calificativo negativo como con calificativo positivo. ¿Cuántas
veces hemos intentado consolarnos pensando que fue cosa del destino? Estamos
muy mal acostumbrados a sostener que el destino es algo ajeno a nosotros,
que lo ha escrito alguien en un libro y que ya no puede cambiarse, aunque
hay algo de cierto en ello.
Pero ahora el loco tiene que comprender que esa no es la
completa realidad, que en su fuero interno su ser toma unas decisiones que
influyen en su destino, decisiones que no creemos haber tomado porque
nuestra mente no las vislumbra. Lo que vemos fuera, no es sino una
proyección de nosotros mismos, y ésta debe ser la herramienta para
comprender qué nos ocurre.
La
rueda representa en nuestra vida ese movimiento que imaginamos externo en
todo lo que realizamos. De repente nos encontramos en la cumbre del éxito,
de repente en el fracaso; de repente notamos que estamos ascendiendo, de
repente notamos que involuntariamente estamos descendiendo. Como los
sentimientos en todas esas fases son muy alborotados, no nos dejan ir más
allá para comprender que nosotros también tenemos algo que ver en todo lo
que nos sucede. Hemos de comprender que nosotros debemos comportarnos como
el eje central de la rueda, que apenas nota el movimiento.
Nuestro ser es ese centro que se va dirigiendo a un lado
u otro del círculo, decidiendo qué acontecimientos le interesan aprovechar
para que tu aprendas lo necesario de lo que te ofrece la vida. Recuerda que
la casualidad no existe, que todo tiene una razón de ser, y que la vida no
desea que sufras, simplemente quiere que aprendas a ser persona, a
comportarte adecuadamente y por ello junto a tu ser tomarán unas decisiones
siempre para que te des cuenta de algo, nunca como castigo. No olvides que
no hay consecuencia sin causa.
EJERCICIO:
Esta carta requiere como ejercicio que hagas unas
reflexiones de los acontecimientos de tu vida en estos momentos y trates de
localizar en qué parte de la rueda estás en cada uno de ellos, y por qué
crees que puede ser. Con el tiempo comprenderás porqué sucedió lo que
aconteció, siempre y cuando no te ciegues en que fue cosa de un inexistente
destino ajeno a ti.
Escribe en tu diario tus reflexiones, guárdalas porque
quizá pasado un tiempo te guste comprobar si lo que realmente imaginabas
estaba en lo cierto, etc.