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EL VERDADERO PODER. REFLEXIONES
Si reflexionas sobre este breve texto, si permites que estas pocas
palabras te vayan enriqueciendo con su profundo significado, de la misma
manera que el agua vivifica a un árbol, tu esencia transmutará.
Existe un poder, un sentimiento de gran belleza, de amor y de una madura
plenitud que está a nuestro alrededor, que lo interpenetra todo y que a
todo le da vida. Pero no queremos vivenciar esto. Preferimos emplear
nuestras vidas huyendo de nuestra propia realidad, buscando egoístamente
un placer, una seguridad, y un poder que nos evada de nosotros mismos,
que tape y esconda lo que no puede ser evitado, lo que, al final,
siempre se vuelve a presentar ante uno.
El poder se deriva del ascetismo, de la acción, de la posición, la
virtud, la dominación, etc. Todas esas formas de poder son malignas.
Ese poder corrompe y pervierte. El empleo del dinero, del talento, de la
destreza, para obtener poder o derivar poder de ello, cualquiera que sea
el uso que se le dé, es corruptor, nocivo.
Pero existe un poder que de ninguna manera está relacionado con ese
poder que es el mal. Este verdadero poder no puede ser comprado por
medio del sacrificio, de la virtud, de las buenas obras ni de las
creencias, ni puede comprarse con la adoración, las plegarias y la
abnegación del yo, o con las meditaciones destinadas a destruir al yo.
Todo esfuerzo para ser o llegar a ser debe cesar completa y
naturalmente.
Sólo entonces puede existir ese poder que no es el mal. |
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