SER UNA MUJER SABIA:
ANCIANA
Un contenido adecuado para la
palabra "anciana"
Las ancianas no se quejan
Las ancianas son atrevidas
Una metáfora: Las ancianas son
jardineras
Las ancianas confían en los
presentimientos
Las ancianas meditan a su manera
Las ancianas defienden con
coraje lo que debe ser defendido
Las ancianas deciden su camino con
la mente y el corazón
Las ancianas dicen la verdad con
compasión
El poder curativo y liberador de la
verdad
Las ancianas escuchan su cuerpo
Las ancianas saben también
improvisar
Las ancianas no imploran
Las ancianas se ríen juntas
Las ancianas saborean lo positivo
de la vida
Posibilidades y pensamientos
Los hombres excepcionales pueden ser ancianos
Las ancianas unidas deben cambiar
el mundo
Los círculos de mujeres
Reflexiones
Me pregunto, ¿qué va a suceder ahora?
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Es
necesario que las mujeres tomen conciencia de su potencial y de su valía. En
este espacio te ofrecemos unas cualidades que las mujeres mayores debemos
cultivar. Si nos comprometemos a llevar a cabo estos pequeños ejercicios,
seremos más felices y, asimismo, aportaremos nuestro granito de arena para
lograr que este mundo sea un lugar mejor.
Estas cualidades no se pueden cultivar de la noche a la mañana. La etapa
de la vejez es una época de “maduración” en la que las mujeres pueden
consagrar su tiempo, energía y creatividad a lo que en realidad les importa.
Las ancianas deben ser atrevidas y confiar en su conocimientos y en sus
propios instintos. No imploran; en cambio, sí meditan. Eligen su camino con
la mente y el corazón. Poseen la bravura de quien defiende lo más digno de
protección. Dicen la verdad con compasión. Escuchan su cuerpo, se recrean a
sí mismas en función de las necesidades y saborean la parte positiva de sus
vidas.
No dejes de visitar este espacio Web, en los buenos y en los malos
momentos, sola o con otras personas... porque las mujeres mayores, juntas,
pueden y deben cambiar el mundo.
Unas palabras sobre el empleo que hacemos de la palabra.
En este espacio, a menudo calificamos a las mujeres como "ancianas", o bien
hablamos de una anciana interior o de un arquetipo de anciana. En ocasiones
utilizamos anciana y sabia como sinónimos. Tanto en la psique femenina como
en nuestras palabras, se percibe una cierta ambigüedad, un punto en el que
las distinciones se difuminan.
A veces, en ciertas ocasiones, una mujer vive como una anciana sabia y, en
el momento siguiente, ha dejado de serlo. Es obvio que en este caso no
podemos hablar de una mujer plenamente sabia. Es necesario que en una
persona el arquetipo de anciana y la mujer sean lo mismo, sean una misma
unidad. Es importante que la sabiduría de la anciana nos venga a la mente,
aunque sea de un modo fugaz y no la ignoremos.
La anciana interior o arquetípica es una presencia latente en la psique de
todo el mundo, en los hombres e incluso los en niños y las niñas. La anciana
no grita para imponerse frente al alboroto que arman las distintas partes de
la personalidad al competir entre sí. La anciana es un potencial, más
parecido a un talento inherente, que precisa ser reconocido y llevado a la
práctica para desarrollarse. Esta presencia sabia de la psique madurará
cuando confiemos en la existencia de una anciana en nuestro interior y
comencemos a escucharla. Es entonces, en el silencio de nuestra propia
mente, cuando debemos prestar atención a sus percepciones e intuiciones y
actuar en este sentido.
Las cualidades de la anciana son los rasgos distintivos a través de los que
una mujer mayor se distingue (como mujer y como arquetipo). |