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Alejandro Magno, el
iniciado
Probablemente fue concebido mediante un rito de sexo sagrado. Su nacimiento
estuvo rodeado de prodigios y recibió su iniciación en los cultos mistéricos
a los trece años. Su conquista de Oriente puede interpretarse como una
búsqueda del encuentro con su padre Zeus-Amón para transformarse en un dios
solar...
¿Es posible que lo consiguiera? El misterio rodea la figura de Alejandro
Magno. No sólo fue un alto iniciado, sino un auténtico elegido.
Su genio concibió el primer proyecto de “globalización” de la historia: una
administración que ordenara la convivencia de todos los hombres. Pero su
estrella sería tan fulgurante como fugaz.
Nació en el 356 a.C. y falleció en el 323 a.C., a los 33 años. En poco más
de una década creó un imperio que se extendía desde el Mediterráneo oriental
hasta la India, abarcando más de 5 millones de km2.
Si su existencia no estuviese documentada sólidamente, diríamos que su
perfil no corresponde al de un hombre, sino a un semidiós legendario. Su
vida es una prueba irrefutable de que, en algunas ocasiones excepcionales,
los mitos encarnan y se transforman en historia. |
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