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EL BUEN AMO DE CASA
En estos tiempos tenebrosos, trabajar espiritualmente y desintegrar los egos
es, ciertamente, poco habitual. Pero es algo indispensable, porque si no lo
hacemos así somos, literalmente, devorados por la vida.
Cualquier trabajo espiritual que tenga el propósito de transformarse a sí
mismo y a la sociedad en general se relaciona siempre con el ser consciente
y el obrar apropiadamente en la vida de cada día. En este punto, es
importante conocer que la vida intenta ejercer una fuerte influencia para
que nos identifiquemos con todos los sucesos de la misma vida y derrochemos
nuestras energías en deseos, emociones negativas, en vana palabrería mental.
Si cedemos ante esta fuerza que nos lleva a la identificación perteneceremos
al mundo de la mecanicidad. Entonces no podremos permitir que se desintegren
los egos y que se desarrolle el alma.
Ciertamente quien quiera de verdad lograr en sí el desarrollo de la Esencia,
debe saber cuando abrirse o cerrarse herméticamente a las fuerzas que hay en
la vida. Esto se refiere a algo íntimo estrechamente relacionado con las
puertas interiores del alma.
Este conocimiento viene de los antiguos tiempos, cuando se enseñaba
secretamente una Doctrina sobre el desarrollo interior del ser humano que
estaba vinculada con el nombre de Hermes. Si uno quiere que algo real crezca
en su interioridad, está claro que debe evitar el escape o el acopio de sus
energías psíquicas. Cuando uno tiene escapes de energía y no sabe cerrarse
en su intimidad, no podrá lograr el desarrollo de algo real en sí mismo. La
vida ordinaria común y corriente quiere devorarnos implacablemente; nosotros
debemos trabajar en la vida diariamente, debemos aprender a nadar contra la
corriente.
Este trabajo va en contra de de determinados planos de la misma vida, y se
trata vivir de forma muy distinta a como vive el rebaño humano. Debemos
vivir espiritualmente de instante en instante, porque si nuestra actitud
hacia la vida diaria es equivocada; si creemos que todo debe marcharnos
bien, así por que sí, vendrán los desengaños. Las gentes quieren que las
cosas les salgan bien, "así porque sí", porque todo debe marchar de acuerdo
con sus planes, pero la cruda realidad es diferente. En tanto uno no cambie
interiormente, gústele o no le guste, será siempre víctima de las
circunstancias.
Se dice y se escribe sobre la vida muchas estupideces sentimentales, pero el
conocimiento que encuentras en el trabajo de La Página de la Vida es
diferente. Nosotros vamos al grano, a los hechos concretos, claros y
definitivos. Afirmamos que el ser humano actual es un animal intelectual, es
un bípedo mecánico, inconsciente, dormido.
"El buen amo de casa" jamás aceptaría todo este conocimiento que exponemos:
cumple con todos sus deberes como padre, esposo, etc., y por ello piensa de
si mismo lo mejor. Sin embargo, sólo sirve a los fines de la naturaleza y
eso es todo.
Por oposición, también existe "el buen amo de casa" que nada contra la
corriente, que no quiere dejarse devorar por la vida. Pero, estos sujetos
son muy escasos en el mundo, no abundan. Cuando uno reflexiona sobre este
conocimiento que exponemos obtiene una correcta visión de la vida. |
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