CÓMO
SUPERAR UN DEFECTO FÍSICO
Un
defecto físico provoca un sentimiento de inferioridad física que hay que
afrontar. El origen del complejo es real, está ahí, pero nunca se puede permitir
que llegue a convertirse en un complejo. Vamos a ver algunas soluciones
prácticas para superarlo:
1. Hay
que circunscribir el defecto con exactitud. No por tener una nariz horrorosa el
resto de la cara ha de carecer totalmente de atractivo.
2. Al
tiempo que se ve el defecto hay que valorar las propias cualidades físicas
positivas: se puede ser bajo pero tener una bonita conformación física, o tener
unas manos feas pero una boca preciosa,
3. Es
preciso resaltar lo bueno que uno tiene y amortiguar el defecto. Así, éste
llamará menos la atención. No es negar su existencia, pero sí hacerla menos
aparente.
4. Sin
lugar a dudas, hay que aprovechar todos los trucos estéticos. Conviene saber qué
tipo de ropa, zapatos, adornos y maquillajes le van más a uno para superar el
defecto.
5. Las
compensaciones tanto físicas como psicológicas pueden ser altamente
satisfactorias. Se debe compensar el aspecto defectuoso por otro u otros
totalmente distintos: por ejemplo, la incapacidad para hacer deporte puede
compensarse con la afición a la música o a la lectura. Incluso una incapacidad
inicial puede superarse a base de esfuerzo.
6. Hay
que tener en cuenta que no todo es el físico, el ser humano es cuerpo y
espíritu. «Lo que hay por fuera» es muchas veces muy poco importante comparado
con «lo que hay por dentro», con la personalidad.
7. No hay
que empeñarse en la perfección inalcanzable. Se tiene que aceptar el propio
defecto y aprender a vivir con él.
8.
Existen algunos que son subsanables. La obesidad es uno de ellos, con esfuerzo y
ayuda médica se consigue vencer. En cada caso hay que plantearse las posibles
soluciones como la cirugía estética que hoy consigue resultados prodigiosos.
9. No se
debe negar la evidencia del defecto. Hay que afrontarlo, buscar soluciones y
ponerlas en marcha. Incluso es bueno hablar de él. La actitud del avestruz no
lleva a nada.
10. Si el
defecto va ganando terreno y corre el riesgo de convertirse en el origen de un
complejo conviene acudir a un especialista que actúe como guía para encontrar
las soluciones y la forma de afrontarlo.