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LA RELACIÓN CON EL
MUNDO MATERIAL Y CON EL DINERO
De un modo general,
el esquizo planea por encima de las contingencias materiales. Tiene poco
control sobre el mundo material en cualquiera de sus formas, pero eso no le
preocupa gran cosa. Es raro que sea rico, o, si lo es, será gracias a sus
padres o a alguna persona de su entorno, su cónyuge o algún otro pariente
próximo, pero ciertamente no gracias a sus esfuerzos. Puede ser muy
generoso, pero de una generosidad más bien irresponsable que procede del
hecho de no tomar consciencia de las limitaciones materiales. O puede ser
muy egoísta, no queriendo ver las necesidades de los que lo rodean. En
cuanto se trata de actuar con sensatez y discernimiento en el mundo
material, el inconsciente retira sistemáticamente su energía.
Al esquizo se le
puede hacer consumir con facilidad; es influible y manipulable, y ofrece
poca resistencia a un vendedor bien entrenado. Como no le interesan las
cosas materiales, se fía de cualquier especialista que conozca la materia, o
que pretenda conocerla, y así se descarga de toda implicación material.
Esta estructura suele
llevar consigo el desprecio por el mundo material, pero no por un verdadero
desprendimiento, sino para no implicarse en él. Si la persona tiene una
familia a su cargo o dirige una empresa, es evidente que tendrá muchas
dificultades para salir adelante.
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