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Equilibrio,
atención, control emocional
Cuando está activo el mecanismo mental-emocional del ego, uno no controla el
proceso del pensamiento y está sometido a una actividad desordenada e
ineficaz de la mente. Pero, cuando ese mecanismo está dominado, se tiene
acceso a la capacidad de atención de la mente superior. Eso proporciona un
gran equilibrio ante cualquier circunstancia de la vida, y permite afrontar
las situaciones con calma, con objetividad, con eficacia y autenticidad.
Krishnamurti, que a lo largo de toda su obra ha estado denunciando siempre
la dinámica de la mente inferior, insiste mucho en ese estado de atención en
el que uno ya no tiene miedo ni está en tensión, en el que ya no presenta
resistencia, y está disponible y abierto, ese estado en el que la mente
inferior, ya silenciosa, deja sitio a la percepción justa y exacta de lo que
es.
Si sois plenamente conscientes, si tenéis una atención total cuando miráis
algo, os daréis cuenta de que su transformación es radical; y esa atención
total es el bien.
Esa atención es muy distinta de la del ego, que quema energía y agota a la
persona. La atención del alma es relajada, suave y serena, muchísimo más
eficaz. Ese estado especial de atención es bien conocido por las tradiciones
espirituales. Podemos hablar de ello como de un estado que corresponde al
aWu-Nien" de los maestros del Ch'an chino: el estado de atención sin
pensamiento, en el que se abren las Puertas del Corazón y revelan la "Ananda
Cósmica", estado de amor supremo y de felicidad. |
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