COMPENSACIÓN DE
«PAPELES» ENTRE LOS PADRES
Se da el caso del «padre
light», muy liberal y consentidor, y la madre «sargento»; cuando el padre es
compañero y amigo de los hijos, la madre intenta transmitir disciplina,
rigor, equilibrio. Este serio desequilibrio conlleva la descalificación de
la madre, que es vista como «anticuada», «rígida» o «histérica».
Los padres han de formar
un equipo, si uno de ellos se alía con hijos y desautoriza al otro
progenitor, surgirán severos conflictos.
Es necesaria la labor de
compensación de roles entre la figura del padre y de la madre. Afecto y
límites, lo que no quiere decir adscripción específica de cada «papel».
Los padres deben ser
coherentes y mostrarse como tales ante los hijos. A veces puede apreciarse
preferencia por alguno de ellos. Deberá hablarse con naturalidad entre los
padres. Habrán de erradicarse celotipias que en nada mejoran la situación.
Se objetivarán los roles que desempeñan los distintos miembros familiares.
El adulto «preferido» buscará ceder protagonismo, compartir actividades
facilitadoras de relación.
En ocasiones se crean
patológicas simbiosis y se establecen lazos entre algún hijo y algún padre
que dejan «fuera de juego» al otro progenitor. Estas desviaciones han de ser
atajadas de inmediato en el seno familiar y, cuando el contexto o la
distancia no lo permitan, se acudirá a un especialista que desde su óptima
neutralidad buscará restablecer la salud relacional.
A veces un progenitor y
un hijo mantienen una comunicación marcadamente preferente, mientras que el
otro progenitor y otro hijo hacen lo mismo, generando un desmembramiento.
Los hijos no han de ser
utilizados nunca para ocupar los vacíos relaciónales o las carencias de los
adultos.
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