CONSECUENCIAS DEL ACOSO ESCOLAR
El proceso de acoso pasa por distintas etapas en el tiempo, en las que el
acosado va reaccionando según sus recursos y sus expectativas.
En una primera fase, el acosado suele mostrar su reacción según sus formas
habituales de defenderse, lo que, en la gran mayoría de los casos, no le permite
zafarse, sino, bien al contrario, hace que el acoso aumente y que poco a poco se
vayan creando unas expectativas negativas sobre el éxito de conseguir librarse
del mismo.
En una segunda fase se produce la estabilización de la conducta de acoso; es el
periodo más largo, donde aquél es regular, con etapas de nías o menos
intensidad, y en el que el acosado va asumiendo la situación como estable,
adoptando la sensación de que no puede hacer nada para salir de ella y pensando
que ya ha probado todo tipo de estrategias y es imposible escapar. Durante este
periodo de tiempo, en el grupo mayoritario de compañeros también se produce un
cambio de actitud, llegando en ocasiones a ver el acoso como normal y a
justificarlo por la inadecuada forma de afrontarlo que tiene el acosado, o por
actuaciones del pasado que juzgan como poco acertadas y que quedan en la memoria
de todos. Esto, además de ser perjudicial para el acosado, lo es para el grupo,
que puede dar por normales determinadas conductas agresivas y de vejación, lo
que facilita que en un futuro también puedan o bien usarlas o bien justificarlas
todavía más.
La tercera fase se produce cuando la situación se hace insostenible para el
acosado, quien ve minadas ya sus fuerzas y percibe un deterioro personal, muchas
veces observado mejor por los que lo rodean. Es cuando aparecen signos evidentes
de que está desesperado, de que lo está pasando muy mal, de que la situación se
le hace insostenible: estados de ansiedad, depresivos, cambios anímicos bruscos,
quejas continuadas sobre ir a clase, tendencia a faltar...
En muchos casos es en esta fase cuando los adultos toman conciencia de que
existe un problema verdaderamente grave y de que el alumno sufre un auténtico
drama.
Ansiedad
Los estados de ansiedad son un conjunto de signos y síntomas provocados por la
activación fisiológica del sistema nervioso autónomo. Las causas que pueden
provocar este tipo de respuestas son diversas y, como elemento común, suelen
estar relacionadas con situaciones que las personas viven como estresantes y
ante las que ven superadas sus fuerzas durante un tiempo continuado.
En el caso del acoso escolar, estos estados aparecen como consecuencia de la
vivencia por parte de la víctima de la situación como insostenible y superior a
sus fuerzas, y como respuesta condicionada a las agresiones recibidas y al miedo
generado por ellas. Este, provocado por los reiterados acosos, provoca a su vez
pensamientos anticipatorios, que hacen que el acosado esté pensando y temiendo
frecuentemente la situación, incluso cuando está fuera de ella y del entorno en
que se produce.
Los síntomas que pueden aparecer son: aumento de la frecuencia respiratoria,
mayor percepción de la intensidad del latido cardiaco, sudoración abundante,
contracción de los músculos, bloqueos de pensamiento, arranques de lloro,
dificultad para concentrarse...
Estados depresivos
Íntimamente ligados a los de ansiedad, pueden aparecer estados de ánimo
caracterizados por una disminución de las ganas de hacer cosas, un aumento de
las quejas de molestias corporales y un aparente cansancio y reducción de las
fuerzas.
Las
causas que suelen provocar este tipo de respuestas están relacionadas con la
incapacidad percibida para salir de determinadas situaciones negativas, a las
que no se encuentra solución y ante las que se piensa en un futuro sin
esperanza.
En el
caso del acoso escolar, se produce una indefensión aprendida, lo que significa
que el acosado termina asumiendo que haga lo que haga no puede pararlo, por lo
que deja de oponerse.
Fobia
escolar
Es típico
que el escolar acosado vea el hecho de ir a clase como algo molesto, ingrato y
que atenta contra su seguridad, lo que unido a la posibilidad de que ya hayan
aparecido otros síntomas, propicie faltas de asistencia. La experimentación de
seguridad y bienestar que se produce al no ir a clase acrecienta la necesidad de
no hacerlo y las sensaciones negativas cuando está en el centro.
En muchas
ocasiones, esto se acaba convirtiendo en una de las causas de absentismo
escolar; es decir, las cada vez más frecuentes faltas de asistencia a clase
pueden llegar incluso a la ausencia total.
Baja
autoestima
La
autoestima es un concepto que se usa para describir la percepción que tiene una
persona de su valía personal. Esto se puede medir a través de cómo se ve frente
a los demás, o frente a lo que espera de sí mismo. Una autoestima alta se
relaciona con una percepción positiva de sí mismo; una baja autoestima con una
percepción negativa.
En el
acoso escolar, el alumno acosado termina por focalizar la atención en lo que le
hace diferente de los demás, que es lo que se han encargado de recalcarle, de
tal manera que se acrecientan sus sentimientos negativos. Por otro lado, el
hecho de ser objeto de acoso y no ser capaz de pararlo también le hace sentirse
mal consigo mismo. Con todo ello, su propio autoconcepto se ve afectado y su
autoestima disminuye y puede acabar interiorizando autocalificaciones negativas.
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