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De trece a catorce
años.
Durante los primeros años de la educación secundaria, los niños experimentan
cambios muy importantes en su comportamiento. Tienden a alejarse de todo lo
que, de alguna forma, pueda parecer infantil, y a afirmar cada vez más su
independencia respecto a la autoridad de los adultos. El grupo de chicos y
chicas de la misma edad adquiere una creciente relevancia, y a los
profesores les resulta muy difícil conseguir que cualquiera de ellos
mantenga la atención si a sus amigos no les gusta la actividad de que se
trate.
Durante este período, la mayoría de los muchachos son capaces de pensar en
abstracto, lo que permite no sólo ampliar el alcance de los ejercicios de
meditación que se pueden utilizar, sino también exponer con más profundidad
muchos de los conceptos asociados con ella. Ahora, algunos términos como
compasión, empatia, amor universal, plenitud, tranquilidad, paz,
concentración, consciencia (atención), espiritualidad, amplitud, eternidad,
belleza, verdad, franqueza y pureza, entre otros, ya pueden formar parte de
su lenguaje, y los chicos están en situación de comprender que la meditación
no es sólo una forma de disfrutar de una experiencia interior moderada y
relajante, sino también un modo de acercarse a la gente y a las cosas, y de
llegar a un profundo sentido de armonía y unidad con el resto de la
creación. |
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