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Duelo.
El duelo es una reacción normal ante la muerte de un ser querido y debe
distinguirse de un cuadro clínico de depresión a partir de la severidad de
la reacción, de su duración y de los diferentes síntomas que se presentan.
En lo que respecta a la duración, por ejemplo, se puede diagnosticar
depresión mayor si los síntomas de depresión persisten más allá de dos meses
después de la pérdida.
Por lo que se refiere a los síntomas, en el caso del duelo, especialmente en
la viudedad, la persona mayor puede presentar disforia, pérdida de apetito o
de peso o insomnio, pudiéndose presentar esos síntomas en forma severa. Sin
embargo, no suelen aparecer una preocupación mórbida por sentimientos de
inutilidad, deterioro funcional importante o cambios psicomotores graves
característicos de la depresión mayor. La culpa, si está presente, se
presenta con rumiaciones específicas acerca de cosas que "debería haber
hecho" antes de la muerte de su ser querido.
Los pensamientos suicidas se limitan a algunos del tipo "debería haberme
muerto cuando él murió" o "estaría mejor muerto", pero no hay planes de
suicidio real. Sin olvidar que la mayoría de las personas mayores se
enfrentan bien a la viudedad (incluso mejor que la gente joven) y aun cuando
este suceso es un factor de riesgo para la depresión, sin embargo, en
general, los síntomas de depresión desaparecen en unos pocos meses. |
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