La
gimnasia y la práctica de un ejercicio físico de forma regular aportan unos
beneficios evidentes, no sólo en el plano corporal, punto que no vamos a tratar
ahora, sino también en el aspecto psicológico. Ante todo el practicarlo supone
una disciplina diaria que el sujeto se impone y sigue. Unos la realizan gustosos
y otros tienen que esforzarse en ello, pero siempre hay que poner en marcha la
voluntad para vencer el primer rechazo que este esfuerzo supone. Los beneficios
son:
— El
ejercicio físico es una magnífica forma de relajación. Cuando uno se encuentra
cargado de tensiones y ansiedad o dominado por la angustia, el sobreesfuerzo
físico consigue alejar temporalmente las preocupaciones y conlleva un
agotamiento que calma la ansiedad e inquietud física y psicológica. A veces,
dentro de la propia gimnasia, se intercalan ejercicios de relajación con lo que
este efecto aumenta.
— En
cierta medida, el ejercicio es un instrumento para la socialización de un sujeto
excesivamente aislado. La gimnasia y sobre todo algunos deportes se practican
necesariamente en grupo, con lo cual ya se establece una relación de amistad y
un compañerismo producto de la colaboración en el deporte. Puede ser útil para
personas con gran dificultad para entablar relaciones interpersonales y
ocasionalmente se indica a enfermos psiquiátricos que por su enfermedad han
quedado excesivamente inhibidos, aislados o bloqueados.
— Es
eficaz para combatir el insomnio inicial producto de una excesiva tensión
emocional. El llegar a la cama cansado ayuda a dormir, aunque conviene recordar
también que el agotamiento extremo puede impedir el sueño ocasionalmente.
— Es una
forma de distracción y evasión de la rutina diaria, tanto para los que trabajan,
sea cual sea su trabajo, como para los estudiantes y más aún para las personas
desocupadas que tienen mucho tiempo vacío.
— Aunque
psicológicamente no es lo ideal, hay personas que utilizan la gimnasia o deporte
como un mecanismo de compensación. Sufren algún tipo de complejo físico o
psicológico y el desarrollo de una buena forma física, el destacar en un deporte
les compensa por su sentimiento de inferioridad.
— La
gimnasia es una forma de descargar la agresividad, mucho más conveniente, por
supuesto, que liberarla directamente y de forma violenta. Nadie discute que el
ejercicio físico ayuda a liberar y controlar las emociones.
La
gimnasia y el deporte colaboran en el desarrollo integral del individuo y son un
soporte eficaz para su estabilidad psicológica, estando muchas veces indicados
por los especialistas de la salud.