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El envejecimiento.
El proceso de envejecimiento proporciona al ser humano madurez y produce, a
la vez, déficit moderados en otros procesos cognitivos. Tanto los cambios
cognitivos positivos como los negativos pueden requerir alguna modificación
de las técnicas terapéuticas basadas en el aprendizaje que son desarrolladas
con poblaciones más jóvenes.
Las diferencias de cohorte nos invitan a ver a los adultos mayores como
miembros de un grupo generacional que va cambiando a medida que las cohortes
nuevas se hacen mayores. Las circunstancias que se viven en los ambientes
sociales creados especialmente para las personas mayores, y en los que
muchas de ellas viven, también cambian con el tiempo en respuesta a las
influencias sociales, económicas y políticas, cambiando así el mundo de los
mayores.
Finalmente, algunos de los problemas a los que se enfrentan las personas
mayores son más frecuentes en la edad avanzada y se han identificado
tradicionalmente con el envejecimiento. Sin embargo, aunque estos problemas
requieran la intervención de un especialista, no deben ser
sobreidentificados con la edad de la persona: los adultos jóvenes también
tienen enfermedades crónicas, discapacidades, trastornos del sueño y tareas
como cuidadores.
Este conocimiento nos pide, en el tratamiento de los mayores, que estudiemos
y reflexionemos sobre la cohorte a la que pertenece y los efectos del
contexto, y que no nos centremos tanto en los supuestos cambios que
normalmente se asocian a la edad.
Esta perspectiva hace más simple la tarea del terapeuta al trabajar con la
persona mayor, de manera que ajusta la intervención conductual a las
necesidades de personas que tienen distinta educación y un bagaje social.
El optimismo sobre las posibilidades de cambio en la vejez es contrario a
gran parte de las creencias populares sobre el envejecimiento y a muchas
experiencias clínicas con personas mayores. La terapia conductual posee una
larga historia de trabajo con personas que otro tipo de terapias no
consideran aptas para la intervención psicoterapéutica. Los terapeutas
conductuales se encuentran bien preparados para diseñar estrategias y
métodos con el objeto de conseguir un cambio terapéutico efectivo en
personas mayores con discapacidades físicas severas, con demencias en grado
moderado y con la amplia variedad de problemas a los que se enfrentan las
personas de cualquier edad. |
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