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EL HOMOSEXUAL O GAY
¿NACE O SE HACE?
Estamos en plena controversia sobre la génesis de la homosexualidad
humana. Existen teorías sobre base genética; otras abogan por una causa
hormonal o psicológica, o por el propio proceso social. Veamos algunas de
ellas.
Las
primeras hipótesis psicologicas.de la homosexualidad se remontan a los
discípulos de Freud, Stekel y Adler. El austríaco Wilhelm Stekel describió
esta orientación sexual como "un infantilismo psíquico", cercano a la
neurosis, susceptible de una mejora notable y, a veces, incluso de
curación. El alemán Alfred Adler fue el primero, en 1917, en poner la
homosexualidad en relación con un complejo de inferioridad frente al
propio sexo, que por consiguiente se manifiesta, en el hombre, como un
complejo de falta de virilidad.
Posteriormente, otras investigaciones empíricas ponen de relieve la
importancia que tiene, para que un hijo se identifique convenientemente
con su papel sexual, el hecho de que tenga estima por el progenitor del
mismo sexo. Estos autores dicen también que el adulto homosexual es una
persona que no ha vivido sus años de juventud bien inmerso en la vida de
grupo de los jóvenes del mismo sexo.
Así, estas experiencias juveniles llevan al adolescente a dramatizar la
propia situación y a mendigar el afecto de aquellas personas del mismo
sexo por las cuales no se siente aceptado o de cuya compañía se siente
excluido. Según la hipótesis de estos autores, las fantasías homosexuales
tienen su origen con frecuencia en esta necesidad -erotizada- de atención.
En una línea similar se expresanotros psicólogos, que definen la
homosexualidad como un trastorno emotivo, una forma de autocompasión
neurótica, originada en la pubertad. Esta imagen de inferioridad -que
puede ser consciente o no- aparece ya entre los 8 y los 16 años, con un
pico entre los 12 y los 16 años.
En otras investigaciones sobre la identificación social y las figuras
parentales de la homosexualidad masculina, en las cuales se expone que
habitualmente el joven homosexual no se identifica ni le gusta parecerse a
su progenitor, y esta ausencia de una figura paterna válida con la que
identificarse trae consigo la búsqueda de identidad en personas del mismo
sexo, que pasarían a convertirse en objetos libidinosos. Con todo, el
valor científico de las interpretaciones psicológicas del homosexual es
cuestionable, dado que se basan en poblaciones clínicas, o sea vistas en
la consulta psiquiátrica, y no en homosexuales de la población general,
que nunca requirieron servicios de salud mental. Un hecho llamativo es que
ningún estudio de población haya verificado características especiales en
la familia del homosexual varón y de la lesbiana que los distingan de los
heterosexuales.
En otro lado tenemos los autores que con sus investigaciones proponen una
base biológica, y no puramente psicológica, en el origen de la
homosexualidad. Desde que se descubriera la importancia del papel de las
hormonas maternas -pasando a través de la placenta- en la determinación de
varones homosexuales, hasta los actuales estudios con marcadores genéticos
en busca del gen de la homosexualidad, las posibilidades de que esta
orientación sexual sea innata van cobrando fuerza.
Una de las primeras llamadas de atención fue encontrada en cadáveres de
pacientes homosexuales fallecidos de SIDA, en los que se hallaron
variaciones cerebrales en el tamaño del hipotálamo (aunque está en
discusión si este hallazgo es debido a la propia infección por los virus
del SIDA).
En otra investigación, recopilando datos de homosexuales y de sus
familias, se descubrió que el 13,5 % de los hermanos de los varones
homosexuales eran también homosexuales (desde la década de los cincuenta,
ya otros autores habían advertido sobre la alta incidencia de
homosexualidad en determinadas familias), frente al 2 % que se calculó
para la población en general.
Curiosamente, casi toda esta desproporción se encontraba en la rama
materna de las familias estudiadas. Esto implicaba que, por lo menos en
algunos casos, los rasgos genéticos de la homosexualidad se transmitían a
través de los miembros femeninos de la familia. La pista estaba servida:
se hallaban en el cromosoma X, el único que los varones heredan
exclusivamente de la madre. Y, efectivamente, en el brazo largo de este
cromosoma (Xq28) se detectan unas características distintas.
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