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MASTURBACIÓN FEMENINA
La mayoría de las mujeres no hablan del autoerotismo porque les da vergüenza
y se sienten culpables.
Cada día más mujeres expresan sin complejos que se masturban, aunque la
mayoría tiende a no hablar de ello porque se abochornan.
Masturbarse para una mujer es romper el mito creado por el hombre acerca de
que una mujer "decente" solamente haría el sexo por amor. Al practicar el
autoerotismo y no existiendo pareja, de hecho se reconoce que ella puede
disfrutar de su sexualidad sin que esté asociado al sentimiento hacia un
hombre. A su vez, esta creencia se fundamenta en una premisa falsa de las
culturas machistas, como es pensar que las mujeres que hacen el sexo sin
amor son las amantes, las cortesanas, las prostitutas. Incluso, en épocas
pasadas lo decoroso para las mujeres "virtuosas" era minimizar las
expresiones del éxtasis, todo lo contrario que en el presente cuando más
bien se dan casos de simulaciones de clímax en mujeres que no disfrutan del
orgasmo. También, la exigencia de virginidad de algunos patrones culturales
y religiosos alcanza a la masturbación, más allá de lo meramente físico como
es la ruptura del himen. Se exige "pureza" física y de "mente y espíritu".
Existen mitos sobre la masturbación femenina, uno de estos es que los
hombres lo hacen más que las mujeres. La realidad es que en las encuestas
sobre la sexualidad ellos se inclinan a exagerar la frecuencia en tanto que
ellas se expresan en sentido opuesto. Mientras que los hombres hablan de
hacerlo una vez a la semana las mujeres indican una vez al mes. La mayoría
de los sexólogos consideran que ambos sexos se masturban por igual. Es decir
la absoluta mayoría de las personas practican el autoerotismo.
En la pubertad, un 20 % de las mujeres comienzan a hacerlo y en la
adolescencia por lo menos se suma un 53 %. Los hombres empiezan más tarde
que las mujeres. En la adolescencia y ya adultas, se inician en la
masturbación, acompañadas por su pareja.
La masturbación es una importante forma de manifestación de la sexualidad.
Desde un punto de vista sexológico es conveniente porque la mujer aprende a
conocer su cuerpo, sus genitales, su funcionamiento y la forma de obtener
placer y el orgasmo. En realidad, no tiene nada que ver con la pena, la
vergüenza ni con la culpabilidad. El ejercicio de la sexualidad es parte
vital del ser humano.
Por supuesto, el entorno social donde se desenvuelva la mujer, su educación
y formación, su propia forma de ser y de sentir, condicionarán sus actitudes
ante la vida y sobre esta materia. No obstante, aún en una sociedad
"machista", la mujer no debe ignorar que una parte de cada persona se
expresa a través del sexo, y normalmente no es lo más apropiado omitir esta
función. |
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