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Lo que la meditación
no es.
Una de las malinterpretaciones más comunes acerca de la meditación reside en
el hecho de que se cree que es una especie de fantasía, un proceso en el que
se libera a la mente para que pueda emprender vuelos de ensueño o jugar
distendidamente con las ideas. Otra creencia igualmente habitual consiste en
creer que la meditación consiste en escuchar música o concentrarse en las
asociaciones que sugiere un tema, como por ejemplo la paz. Otro error es el
de considerar la meditación como un tipo de trance, comparable de algún modo
con el trance hipnótico, o como un relajación profunda en la que la mente
rebosa de pensamientos serenos o de recuerdos felices, o visualiza una
agradable panorámica o se imagina a sí misma flotando en el aire o yendo a
la deriva en un agua cristalina.
Cada uno de los estados que acabamos de citar tiene sus propios beneficios
en los momentos adecuados, pero ninguno de ellos tiene nada que ver con la
meditación. En estos estados, la mente está ocupada pensando o gozando de
una condición de somnolencia, ensueño o fantasía, en la que el centro de
atención no se detecta con claridad. Así pues, son actividades muy
diferentes de la meditación.
Otro error consiste en contemplar la meditación como un esfuerzo suJorgeo y
deliberado de la voluntad para "dejar de pensar" y mantener la mente en
blanco, como si se tratara de una hoja en la que está prohibido escribir. El
intento de ocupar la mente con un mantra (una palabra o una frase repetida;
de eso hablaremos más adelante), de manera que no quede espacio para nada
más, también es una interpretación equivocada de la meditación. Las
actividades de este tipo restringen la mente, en lugar de propiciar su
expansión gradual en una dimensión más profunda y más enriquecedora, y sólo
conducen al tedio y a la frustración. La mente se fatiga enseguida como
resultado del esfuerzo realizado, y el sujeto se irrita cada vez más al
comprobar que, por muy intensa que sea su capacidad de concentración, los
pensamientos siempre consiguen burlar las barreras psíquicas y penetrar en
el consciente. |
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