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OVNIs triangulares
Otro de los aspectos a tener en cuenta al hablar de "OVNIs" nazis es el de
las "alas volantes" o "alas delta" que serían los primeros aviones
triangulares de la historia aeronáutica. Uno de los constructores mas
avanzados era Alexander Lippisch, que diseñó el famoso caza cohete
(Me-163) para la messersmitt. Al mismo tiempo y destinado a estos
aparatos, estaba la investigación sobre nuevos materiales para fuselajes y
técnicas para engañar a los radares enemigos. Dichos avances eran
dirigidos por el equipo de Erich Schumann, jefe de la sección de
investigación del estado mayor (Heereswaffenamt).
De la tremenda repercusión que estas alas delta tenían en la aviación nazi
dan cuenta incluso las revistas de propaganda Der Adler y Signal,
dependientes del ministerio del Aire del III Reich en cuyo número de abril
del 42 publican las fotos de jóvenes pilotos de las juventudes hitlerianas
posando frente a aparatos de prueba sin motor, las alas volantes Horten
II.
El inventor de las mismas era Reimar Horten, que comenzó con diseños
básicos a finales de los años 20. La forma de sus diseños e incluso los
materiales de los mismos eran revolucionarios, llegando a usar el
duraluminio por primera vez en un avión y los motores a reacción. Al final
de la guerra, y por orden de Herman Goering se mandó construir un avión
supersónico que tuviera la capacidad de llegar hasta las costas
estadounidenses portando una gran cantidad de bombas o bien, si ello fuera
posible, una bomba atómica. A dicho avión se le denominó Amerika. Lo
cierto es que en febrero del 45 se había llegado a probar las
espectaculares alas Horten HoIX-v2 con las que estuvieron a punto de
superar la barrera del sonido. Dos meses más tarde, el 14 de abril,
llegaba a la fábrica Goetha de alas Horten el tercer cuerpo de infantería
americana.
Impresionados ante la avanzada tecnología usada por los alemanes, se
llevaron el HoIX-v3 casi terminado y otros diseños aun más futuristas.
Todos ellos fueron los precursores del ala delta más grande del mundo
(YB-49), que fue probada la USAF en los años 40 y de la cual se derivaron
diversos diseños de la casa Northrop hasta llegar al actual bombardero
invisible B-2.
En cuanto a la "invisibilidad física", hay que resaltar el hecho de que
las HoVII daban unos "perfiles" en los radares de la época casi nulos,
convirtiéndose así en los primeros "aviones invisibles" al radar de la
historia. No se puede olvidar que las antiguas aleaciones de ferrita (de
excepcionales propiedades), empleadas contra los radares aliados por
aviones alemanes, fueron posteriormente usadas en el caza Stealth F117-A,
derribado hace unos años en Yugoslavia. |
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