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PREOCUPACION
POR EL DESARROLLO DE LOS PECHOS
No debemos cansarnos de insistir en la importancia del minucioso examen
pediátrico de los incipientes senos de las niñas, si queremos prevenir sus
malformaciones futuras y deseamos evitar impedimentos a la deseable
lactancia natural. Es conocido que el primer signo evidente de que se inicia
la
pubertad es la aparición del botón mamario que dará lugar a las mamas de la
mujer adulta. Y esto ocurre entre los 8 y 13 años, poco antes del estirón
puberal.
Nadie duda de que el desarrollo mamario marca un hito en la vida de la
joven. Su reacción al espectacular cambio anatómico dependerá de su
personalidad y estilo. Así, podrá estar contenta y sentirse atractiva, o
experimentar una cierta vergüenza y ocultar sus pechos adoptando una
posición encorvada. Es frecuente que las chicas noten que los varones
comienzan a mirarlas (y según en qué latitudes, a piropearlas) y eso les
produce mucha ansiedad. En estas situaciones, es habitual que las
adolescentes adopten la actitud de pasar inadvertidas ante el desarrollo
mamario, obligándose al andar a una posición en cifosis dorsal (curvatura
anormal de la columna vertebral), con los hombros llevados hacia adelante y
que puede conducir a una cifosis consolidada en la edad adulta. Otras se
preocupan por anomalías reales o imaginarias de sus senos y no es inusual el
temor al cáncer de mama (prácticamente inexistente a esa edad). Por todo lo
cual, es importante que la adolescente tenga posibilidad de comunicarse y
pueda expresar sus preocupaciones.
Los pechos se desarrollan de acuerdo con los estadios de Tanner y la
asimetría es la norma, especialmente durante la etapa de crecimiento mamario
rápido. Los trastornos mamarios más habituales durante la adolescencia
consisten en el dolor mamario (mastalgia), las anomalías de forma, como el
tamaño gigante, los bultos (tumores) sospechosos y las descargas por el
pezón.
El dolor de los pechos se aprecia varios días antes de la menstruación. Se
puede controlar utilizando durante el día un sostén con base firme y una
sujeción similar durante la noche. En casos más severos, la medicación
antiinflamatoria u hormonal cumple su objetivo. Es importante que la
jovencita sepa que la mastalgia, aunque sea molesta y aparezca
reiteradamente, es
inofensiva.
Las anomalías anatómicas de las mamas y del pezón, como puede ser la
ausencia de estas estructuras, son corregibles con cirugía plástica, una vez
que se ha completado la pubertad. Hay casos en que se presenta un exceso de
mamas (polimastia) y pezones (politelia) a lo largo de una línea imaginaria
que va desde la axila, descendiendo hasta la parte superior del abdomen (es
un rudimento anatómico, recordatorio de la situación de las mamas de las
hembras de los animales mamíferos), también susceptible de corrección
quirúrgica. Como también lo es el mejoramiento de los pechos de tamaño
descomunal (macromastia), que incluso pueden producir complicaciones locales
como un dolor de espalda persistente, pero, sobre todo, inducir a bromas
crueles, que pueden originar un repliegue de las jóvenes sobre sí mismas,
con aislamiento social y cuadro depresivo. En caso de decidir el uso de la
cirugía reparadora, debe también esperarse a que se complete el crecimiento
mamario.
¿Qué hacer ante la aparición de un bulto en el pecho? En primer lugar, no
angustiarse. La inmensa mayoría de los tumores mamarios de la adolescente
son inocuos y desaparecen por sí solos, sin tratamiento alguno (no está de
más, si el bulto persiste más de un mes, consultar al médico). El cáncer de
mama es casi inexistente a esta edad, y las dos causas más comunes de masas
tumorales, los quistes mamarios y el fibroadenoma, no constituyen una
amenaza para la salud.
Las descargas de líquido por el pezón pueden ser lácteas, sanguinolentas o
purulentas (con pus). El término médico para la secreción de leche en
ausencia de embarazo previo es galactorrea. A veces se acompaña de ausencia
de menstruación, en cuyo caso debe ser más preocupante. Hay que saber que es
normal secretar leche después de un aborto espontáneo o durante el uso de
píldoras anticonceptivas. La galactorrea se debe a niveles elevados de la
hormona prolactina en el cuerpo, que habitualmente son consecuencia de una
estimulación excesiva del pezón y de algunas medicaciones psiquiátricas, y
muy raramente se deben a un tumor en la glándula hipófisis. La secreción
sanguinolenta puede ser por una pequeña tumoración (papiloma) en el interior
de los conductos mamarios, y la purulenta por una infección (mastitis) que
se vierte en los canalículos recolectores de leche, lo cual es más común en
la mamá adolescente que está dando el pecho. |
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