TRATAR
DE IMPONER NUESTRO CRITERIO CUANDO SE TRATA DE PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Todas las
personas tienen una serie de criterios, valores y creencias que para ellas son
cruciales. Podremos pensar que están equivocadas, pero ni podemos forzarlas para
que los cambien, ni debemos abdicar de nuestros principios; al menos mientras
unos y otros sigamos convencidos de su validez.
Igual que
no podemos imponer las emociones, tampoco podemos transformar la esencia de las
personas.
Si esos
principios chocan violentamente, trataremos de buscar una vía de encuentro, un
«puente» que acerque posiciones y mitigue desencuentros, pero no podemos volver
lo blanco negro.
Si a
pesar de todos los esfuerzos las posturas son irreconciliables, tendremos que
plantearnos hasta qué punto esas creencias o principios impiden la relación, o
hasta dónde son salvables, pues no afectan a lo fundamental o irrenunciable por
parte de cada uno.
Más que
empeñarnos en cambiar los principios fundamentales de la pareja, nos irá mejor
si nos esforzamos por entender el origen, la causa y las circunstancias que han
generado y conformado esos principios.
El entendimiento nos facilitará el respeto y el análisis objetivo de la realidad
que vivimos. Con frecuencia, principios diferentes no significan necesariamente
actitudes distintas ante los aspectos cruciales de la vida.
Siempre
que tengamos que optar, el respeto prevalecerá sobre la imposición. Es
preferible dejar una relación que dejarnos a nosotros mismos; de lo segundo no
nos recuperamos nunca, pues ni podemos transformarnos en lo que no somos, ni
podemos sentir lo que no sentimos, ni podemos renunciar o ir en contra de los
pilares sobre los que se asienta nuestra vida.
Las
personas que han renunciado a mantener los criterios en los que creen, renuncian
a vivir en libertad, y eso se termina pagando con la infelicidad, la
desesperación o la baja estima personal.
De la
misma forma, no nos podemos empeñar en cometer el siguiente error: seguir con la
pareja cuando la relación está agotada. Este tema lo trataremos en el siguiente
espacio.
|