LAS SOPAS I
«Siete
cosas hacen las sopas: quitan la hambre y la sed, llenan el vientre y limpian el
diente, hacen sufrir y dormir y la mejilla roja venir.»
Las sopas
nos suelen sugerir días de invierno, de lluvia, de infancia; los caldos nos
recuerdan los estados gripales, las cremas frías el verano, pues cada una de
ellas es adecuada para una estación y para un estado de salud o de ánimo.
Cuánto
daríamos a veces por una buena sopa cuando llevamos tiempo fuera de casa o
comiendo de forma irregular. Sería bueno volver al hábito y a la tradición de
tomar al menos una sopa o un caldo diario en los días de frío. Ya sean de pan,
de tomillo, de verduras, etcétera.
Es
positivo usar el miso y el tamari para condimentar las sopas, especialmente en
invierno, pues estos dos ingredientes aportan valiosas cualidades al organismo,
además de dar un exquisito sabor al caldo.
Si añadís
cereales o algo de proteína y un poco de algas conseguiréis una sopa tan
completa que puede servir como único plato.
Trucos
para realizar exquisitas sopas
Añadir
una rama de tomillo al agua y unas hojas de laurel.
Poner
sólo el agua necesaria para cubrir las verduras y cocinar, luego añadir el resto
de agua. Quedan más sabrosas.
Añadir
algunas semillas de sésamo tostadas y trituradas.
En
invierno se pueden servir con unos cacahuetes troceados.
Servir en
los boles unos cuadraditos de tofu frito o al vapor; le da un punto exótico a
las sopas, además de agradable.
El daikon
seco y el alga kombu mejoran el sabor de los caldos.
Un
poquitín de sal al principio de la cocción, y al final condimentar con miso.
Añadir
unas gotas de tamari al final de los caldos realza el sabor.
Las
ciruelas umeboshi dan un sabor peculiar a las sopas. Los huesos de estas
ciruelas también se ponen en los caldos o tés.
Poner un
trocho de limón o de naranja en las sopas de miso las hace más refrescantes.
Decorar
las sopas con perejil, cebollino o cebolla cruda.
SOPA DE
MISO CON FIDEOS (4 personas)
Ingredientes:
1 1/2 l
de agua
2
cebollas medianas
150 g de
brócoli o coliflor
100 g de
fideos integrales o al gluten
2
cucharaditas de semillas de sésamo trituradas
4
cucharaditas de miso
Aceite de
sésamo
Perejil
Elaboración:
Cortar
las cebollas a medias lunas y los troncitos del brócoli a rodajas bien finas.
Poner a hervir el agua.
Pincelar
una paella con aceite y saltear a fuego medio, la cebolla durante 2 minutos y
los troncitos del brócoli 1 minuto. Echar los fideos y remover bien. Añadir al
agua que deberá estar hirviendo. Bajar el fuego y cocinar con tapa durante 10
minutos. Pasado este tiempo, echar las flores de brócoli y las semillas de
sésamo tostadas y trituradas y cocinar 7 minutos más. Coger un poco del caldo de
la sopa y desleír la pasta de miso en el mismo, cuidando de que no queden
grumos; añadir a la sopa, cocinar 2 minutos más sin que llegue a hervir. Dejar
reposar y servir con perejil picado.
Nota'.
Las semillas de sésamo se tuestan sin aceite, cuando empiezan a saltar, bajar el
fuego y remover sin parar. Si al coger una semilla con los dedos, ésta se rompe,
están ya tostadas.
SOPA DE
ARROZ (4 personas) Ingredientes:
50 g de
arroz
1 1/2 l
de agua
2 dientes
de ajo
1 cebolla
grande
1
pimiento rojo
1
pimiento verde
1 trocito
de apio
Azafrán
Aceite de
oliva
Pimienta
negra en grano
Sal
Elaboración:
Lavar el
arroz. Cortar las cebollas a medias lunas y los pimientos a cuadrados. Pelar los
ajos y machacar en el mortero junto con unas hebras de azafrán.
Poner el
agua a hervir con el trozo de apio y la sal.
En una
paella con unas gotas de aceite, saltear la pimienta, agregar la cebolla y
remover bien unos minutos, añadir los pimientos, el arroz y los ajos triturados.
Echar todo al agua que deberá estar hirviendo. Cocinar a fuego lento y con tapa,
durante una hora y media hasta que los granos de arroz estén totalmente
deshechos. Servir con tropezones de pan frito o tal cual.
Variante:
Esta sopa puede elaborarse con cualquier otro cereal, como la cebada o la avena
y sustituir la pimienta (si no se puede tomar) por unas gotas de jengibre
rallado. Se puede hacer con puerros, con brócoli; sustituir el azafrán por
tomillo o finas hierbas, añadir nabos, zanahorias, etcétera.
Nota: Las
especias picantes, usadas con moderación, estimulan y ayudan a la digestión de
las grasas, especialmente el jengibre. En exceso, debilitan y pueden llegar a
crear problemas en el sistema digestivo. También son ideales para activar el
sistema circulatorio. Aportan calor al organismo.
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