BASES
NEUROBIOLÓGICAS DEL TDAH.
Las
investigaciones de las últimas décadas han ido poniendo más de manifiesto el
sustrato neurológico del TDAH (trastorno por déficit de atención con
hiperactividad). Las pruebas de neuroimagen permiten afirmar que no existe
ningún tipo de lesión cerebral en estos niños, pero que tienen diferencias en su
funcionamiento al compararlos con los otros.
Además,
dentro del TDAH es posible distinguir dos grupos, según el tipo de
funcionamiento cerebral. Uno que presenta un estado de hipoactivación del
sistema nervioso y otro que tiene una actividad más inmadura. Los primeros se
relacionan con manifestaciones más típicas del TDAH y mejor respuesta a la
medicación. Por el contrario, los que muestran cierto retraso madurativo tienen
asociados otros problemas (lenguaje, lecto-escritura, afectivos, motricidad,
oculomotores, etcétera) y la medicación consigue menos resultados.
Las
diferencias en el funcionamiento cerebral tienen relación con los sistemas de
neurotransmisión y la regulación que ejercen sobre las redes neuronales. Por
otra parte, la causa de todo esto parece que es de tipo genético. De hecho, es
frecuente reconocer algunas características del TDAH en otros miembros de la
familia. Con todo, hay aún muchas incógnitas por resolver y datos que verificar
para poder fundamentar sólidamente las bases neurobiológicas del TDAH.
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