ALCACHOFA (Cynara scolymus)
La alcachofa es una planta
cultivada, un híbrido del cardo salvaje. Su aceptación no se debe a las
hojas (parte aprovechable del cardo) sino al acumulo de hojas que protege la
flor cuando aún no se ha abierto, que es lo que conocemos como alcachofa.
CARACTERÍSTICAS
Es una planta que brota cada
año, formando una roseta de grandes hojas sin espinas, con profundas
divisiones, de color verde claro, blanquecinas por la cara inferior. Del
centro surge un tallo grueso, de unos 40 cm como máximo, con pocas hojas y,
como éstas, sin espinas. Culmina con unas formaciones globulosas
constituidas por un penacho de hojas transformadas en brácteas que envuelven
y protegen la flor. Es la parte comestible.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Contiene inulina como
azúcar, en lugar de la fécula del cardo. La presencia de un principio amargo
tiñe de verde el agua de hervir las alcachofas y le proporciona ese sabor
tan característico.
PROPIEDADES MEDICINALES
Hay que diferenciar entre la alcachofa (el receptáculo carnoso que envuelve
la flor) utilizada como alimento y las hojas, que hacen de la alca
chofa una planta medicinal. Es hipoglucemiante, esto es, hace descender el
nivel de azúcar en sangre. Ayuda a combatir las afecciones del hígado y de
la la vesícula biliar; también es antidiarreica y aperitiva. Se dice que
elimina el colesterol de la sangre.
RECOLECCIÓN
Como alimento, las
alcachofas han de cortarse antes de que se desarrolle la flor, pues entonces
se abren las brácteas y se endurecen. La época de floración depende del
clima y de la situación, pero se da en los meses de verano. Las hojas pueden
cogerse más tarde o al mismo tiempo que se cortan las alcachofas.
USOS Y APLICACIONES
Como legumbre, la alcachofa
tiene las mismas propiedades que las hojas, pero los principios activos los
posee en muy poca cantidad; aun así, es un buen alimento para diabéticos.
Debe consumirse lo antes posible después de su cocción, pues se altera
fácilmente y desarrolla toxinas. No es conveniente guardarlas hervidas de un
día para otro. Hay que evitar su ingestión por parte de las madres
lactantes, ya que los principios amargos se eliminan con la leche y ésta
adquiriría un sabor desagradable y sería rechazada por el bebé. Como remedio
terapéutico, se toma el jugo de hojas verdes, mezclado con azúcar y agua o
vino (puede prepararse un vino medicinal dejando macerar durante 9 días 4 o
5 hojas frescas en un litro de vino blanco). Es útil para depurar el hígado
y para purificar el riñón. Por su contenido en hierro, también se recomienda
en las anemias y estados de desfallecimiento. |