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LA ANDROGINIA COMO IDEAL
Como ideal, la androginia suena bien. Permite liberar a las personas de los
estereotipos correspondientes a los papeles que la sociedad asigna a los
géneros y favorece que las personas expresen sus tendencias del género
opuesto. Pero, ¿cómo son los sujetos andróginos en realidad?, ¿actúan bien,
desde el punto de vista moral?, ¿se comportan de forma adecuada en la
sociedad o padecen problemas de confusión con respecto a su identidad de
género? ¿Acaso la sociedad los considera sospechosos por su disconformidad
con el papel asignado a su género?
Las personas andróginas se desenvuelven mejor en diversas situaciones por
ser capaces de ser femeninas o masculinas cuando lo exije cada momento. Por
su parte, las personas estereotipadas se desenvuelven bien cuando se
requiere una conducta estereotipada, pero no así en situaciones que exigen
lo contrario.
Las personas andróginas tienen la ventaja de ser flexibles y se desenvuelven
mejor en las tan diversas situaciones, que siempre nos trae la vida, que las
personas tipificadas con respecto a su género. Como las andróginas poseen
las características masculinas y femeninas, son capaces de ser masculinas
cuando se requiere y femeninas cuando sea apropiado.
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