El mensaje de los
místicos.
Todo lo que nos rodea tiene/es energía, pero cada cosa la tiene de un género
especial, por eso ciertos lugares o situaciones aumentan o disminuyen
nuestro nivel de energía dependiendo de cómo nuestra energía se adapta a la
del lugar o situación.
Cuando estamos llenos de energía sentimos como todo lo que nos rodea forma
parte de nosotros, somos amor. Pero no debemos forzarnos a amar, sólo
debemos permitir que el amor entre en nuestro ser.
La
experiencia mística es un regalo de la vida que nos ayuda a andar por el
buen camino, adelantándonos a nosotros mismos de un salto pues sin la
experiencia habríamos tardado bastante más en llegar al conocimiento
hallado.
Es
curioso como la belleza nos trae energía a nuestra existencia pues cada vez
que la admiramos y captamos íntimamente la singularidad de las cosas, nos
aporta energía, y cuando llegamos al nivel de energía en que sentimos amor,
la podemos devolver con sólo desearlo. Sentir amor es necesario para poder
realizar esta proyección. El amor es lo más hedonista que podemos hacer,
porque somos los primeros beneficiados.
Cuando vivimos una experiencia mística cambia el color de nuestro campo
energético. Pasa de un blanco apagado a un verde y a un azul. Nos sentimos
personas más reales y que vamos alcanzando lo que el destino nos conduce a
ser. Ese nivel de energía se ha establecido en nosotros y, aunque seamos
apartados de él por la pérdida de la energía, este nivel sirve como nuevo
límite que puede recuperarse con bastante facilidad. Hemos pasado a ser una
persona nueva, viviendo en un nivel de energía, vibración y consciencia más
alto.
La
inseguridad, el miedo y la violencia terminan cuando experimentamos en el
interior de nuestro ser una conexión con la energía divina, conexión
descrita por los místicos de todos los tiempos y tradiciones. Una sensación
de liviandad, como de flotabilidad, sumada a otra sensación constante, la de
amor, nos dan la medida de esta conexión. Si ambas sensaciones están
presentes, la conexión es real. Si no, sólo es aparente.
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