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La
intervención de la naturaleza
Esta afirmación de
que no son suficientes las aptitudes personales del mago para practicar la
Magia tal vez decepcionará a algunos entusiastas que veían ya el camino
expedito tras una más o menos intensa preparación corporal y espiritual.
Vamos a aclararnos. El factor mago es el factor más importante de todo acto
mágico, y si falla él falla todo. Pero sin embargo no es el factor único. La
naturaleza interviene también.
Volvamos un momento a
la Cábala y a la ley de las correspondencias. Hemos dicho que el Universo
estaba formado por tres planos o "mundos", que tenían su correspondencia en
el hombre, en los tres planos o "cuerpos" humanos. Estos tres planos del
Universo son el físico, el celeste o astral y el espiritual: el físico es la
naturaleza, el astral es el cielo, y el espiritual es el ser Supremo de luz.
Estos tres principios se corresponden a los tres principios humanos
(material, astral y espiritual), y sus acciones y reacciones afectan por
simpatía a todo el conjunto.
Como también afectan
al hombre... del Macrocosmos y Microcosmos. El ser humano, dice Papús, se
halla envuelto en una red de fuerzas tal, que todos sus esfuerzos resultarán
estériles si no sabe aprovechar el instante propicio para poner su voluntad
en movimiento. No se trata pues tan sólo de cómo hacerlo, sino de cuándo. La
prueba de esta necesidad de la "oportunidad" la tenemos en el hecho de que
incluso los brujos y hechiceros de las aldeas más perdidas o de las
civilizaciones más primitivas no efectúan sus exorcismos y sus maleficios
más que en determinadas condiciones, en las que saben que sus actos
obtendrán los resultados apetecidos, porque, dicen, entonces es cuando las
condiciones son "favorables" o las fuerzas "propicias".
Ser "propicias" o
"favorables": he aquí la frase clave. Todo lo que está arriba está abajo,
dice la Cábala. El hombre es un ser cósmico, está ligado al cosmos. ¿Qué
tiene de extraño pues que se sienta influido por los astros que le rodean?
"El fluido astral -dice Papús- que circula en los seres y en las cosas
terrenas, pasa por sucesivos estados de condensación y de disolución, y
dichos estados dependen, según el esoterismo, de la posición que tengan
entonces los cuerpos celestes."
Entramos pues de lleno en
los terrenos de la astrología. Pero no se trata aún de la astrología que todos
conocemos, la que predice nuestro futuro leyendo en los astros, sino de otra
astrología más básica, más elemental: La "astrología mágica" como podríamos
llamarla. La astrología que ha de tener muy en cuenta todo mago,
independientemente de la astrología general, ya que de ella depende el éxito o
el fracaso de sus operaciones.
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