LA LUNA
Carta número XVIII.
La carta nos habla de una enorme Luna que cuelga del cielo mirando hacia
abajo. Por el contrario mirando hacia ella se encuentran dos animales
separados por un camino, junto a un cangrejo que intenta acceder por él. La
palabra clave es el mundo oculto o más allá.
Esta carta tiene relación con la Suma Sacerdotisa, y La Rueda de la Fortuna
porque las tres trabajan partes de nuestro mundo oculto, del subconsciente.
En la primera tratamos con nuestro propio subconsciente, en la segunda con
lo que llamamos destino, y en la tercera, la Luna tratamos con el mundo
transpersonal, el mundo oculto de forma global, el más allá, el
subconsciente universal.
Es ese mundo en el que nos fundimos tras abandonar nuestro ego para alcanzar
la perfección. Es un mundo confuso, impalpable, un mundo al que una vez más
como sus cartas predecesores no es alcanzable con la razón o la mente y la
mayoría de las veces ni siquiera por nuestra voluntad.
En
él se encierran nuestros sueños premonitorios, nuestras intuiciones, nuestra
magia... De hecho es a este mundo al cual la mayoría de las ciencias ocultas
intentan llegar. Pero precisamente por esa esencia caótica, la única manera
que tenemos de acceder a él es a través de diversas técnicas como la
meditación, los viajes astrales o el simple sueño, eso sí siendo capaz de
controlarlo (sueño lúcido).
Todos nosotros tenemos acceso a ese mundo, lo que pasa es que la mayoría de
las veces somos totalmente inconscientes de que conectamos con él, por ello
lo maravilloso sería poder hacernos conscientes.
EJERCICIO:
El ejercicio fundamental de esta carta va dirigido a intentar controlar
nuestros sueños. El mayor problema radica en que lo normal es que no nos
demos cuenta de que estamos soñando, y de hecho la mayoría de las veces ni
siquiera recordamos que hubiésemos soñado con algo.
Por lo tanto lo primero que hay que hacer es relajarse cuando vayamos a
dormir y decirnos a nosotros mismos que en el sueño cuando veamos algún
determinado objeto, o lo que sea, vamos a tomar consciencia de que estamos
soñando. Por ejemplo, "cuando en el sueño me vea ante el espejo tomaré
consciencia de que estoy soñando" "cuando en el sueño me vea las manos
tomaré consciencia de que estoy soñando"...
No te agobies si no te sale las primeras veces, de hecho es algo que hay que
trabajar mucho y con mucha voluntad para que funcione. Este ejercicio es un
ejercicio de programación mental que dependerá del verdadero interés que
tengas en que te funcione. Una vez que ya sabes en el sueño que estás
soñando, poco a poco irás tomando consciencia de lo que sueñas, del
significado de sus símbolos.
Intenta aprender a discernir cuándo un sueño proviene de tu propio
subconsciente alertándote de algún comportamiento, y cuando proviene de el
mundo subterráneo. Procura apuntarlo todo en tu libreta personal. Es muy
buen ejercicio apuntar tus sueños sobre todo para ayudarte a distinguir el
grano de la paja.
"Nuestra tarea es fortalecer nuestra propia consciencia, encontrar centros
de fuerza en nuestro interior que nos capacitarán para mantenernos firmes a
pesar de la confusión y el aturdimiento que reina a nuestro alrededor"
Rollo Mav. |