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Asesinato de John F.
Kennedy
LOS VERDADEROS CONSPIRADORES
JOHN FITZGERALD KENNEDY (1917-1963). 35 Presidente de los Estados Unidos
(1961-1963). Kennedy nació en Brookline (Massachusetts), el 29 de mayo de
1917, segundo hijo del financiero Joseph P. Kennedy, embajador en Gran
Bretaña durante el gobierno de Franklin D. Roosevelt. Se graduó por la
Universidad de Harvard en 1940, se dio a conocer con la publicación de la
ampliación de su tesis universitaria sobre la no preparación de Inglaterra
para la II Guerra Mundial. Participó en esta contienda como oficial de
Marina y fue héroe de la guerra del Pacífico. De regreso a su Boston natal
se afilió al Partido Demócrata y se presentó con éxito a las elecciones a
Cámara de Representantes en 1946. Los votantes de Massachusetts le
eligieron al Senado en 1952.
En 1953 contrajo matrimonio con Jacqueline Bouvier con la que tuvo dos
hijos. Durante su recuperación de una operación de la espina dorsal,
Kennedy completó bosquejos biográficos de dirigentes políticos (1956), con
los que obtuvo el premio Pulitzer en 1957. Después de un intento sin éxito
para obtener la nominación vicepresidencial en la lista de Adlai E.
Stevenson en 1956, Kennedy comenzó a planear su presentación a la elección
presidencial de 1960. Asumió el liderazgo del ala liberal del Partido
Demócrata y reunió en torno suyo a un grupo de jóvenes políticos con
talento, en el que se encontraba Robert F. Kennedy, su hermano y director
de la campaña.
Obtuvo
la nominación en la primera votación e hizo campaña con el senador de
Texas Lyndon B. Johnson como compañero en las elecciones frente al
vicepresidente Richard M. Nixon, nominado candidato republicano para la
presidencia. Obtuvo la victoria en las elecciones por un estrecho margen
de 113.000 votos sobre un electorado de 68.800.000, aunque no pudo
disponer sino de una reducida mayoría demócrata en el Congreso. J.F.K. fue
el Presidente más joven y el primero católico de la historia de U.S.A.
En 1961, su primer año en el cargo, Kennedy fue criticado ásperamente por
una serie de acontecimientos internacionales adversos. Heredado del
gobierno anterior un plan secreto para derrocar al régimen cubano de Fidel
Castro, Kennedy aprobó la invasión de Cuba en abril por refugiados que
operaban con la ayuda de algunas agencias estadounidenses. El fracaso de
la invasión en la bahía de Cochinos se convirtió en una frustración
personal para el presidente. Después, en primavera, Kennedy consideró la
posibilidad de enviar tropas a Laos, que estaba siendo amenazado por
insurgentes comunistas. Voló a Viena en junio para entrevistarse con el
primer ministro soviético Nikita Kruschev y ambos acordaron un la
neutralidad de esta cuestión, surgiendo, en cambio, el problema de Berlín.
Cuando se levantó el muro entre los sectores occidental y oriental de
Berlín en agosto, Kennedy respondió enviando un contingente militar a la
ruta terrestre hacia Berlín para reafirmar los derechos de acceso. Las
tensiones de la guerra fría se agravaron cuando la Unión Soviética envió
el primer hombre al espacio en abril y realizó pruebas nucleares en la
atmósfera en septiembre.
Kennedy tuvo problemas en el Congreso de Estados Unidos, donde sus
propuestas más importantes para el estímulo económico, la reforma fiscal,
la ayuda a la educación y un bienestar ampliado quedaron obstruidas. Tuvo
mejor suerte con sus acciones ejecutivas, persuadiendo a importantes
compañías siderúrgicas para que dieran marcha atrás en los aumentos de
precios en abril de 1962 y estimuló la carrera para llegar a la Luna.
Kennedy respondió enérgicamente contra los esfuerzos para frustrar la
integración de los negros en las universidades de los estados del Sur
amenazando incluso con el envío de tropas federales si no se cumplían las
leyes antirracistas. Para reforzar los derechos civiles, Kennedy envió al
Congreso un mensaje especial solicitando una legislación para acabar con
la segregación en los servicios públicos y dar al Departamento de Justicia
autoridad para llevar a cabo acciones en favor de la integración escolar.
La mayor parte de sus propuestas fueron promulgadas en última instancia en
1964 en la Ley de Derechos Civiles.
En otoño de 1963
Kennedy comenzó a planificar su estrategia para la reelección. Viajó por
todo el país alabando la mejora de relaciones con los soviéticos. El
22/11/1963, mientras viajaba en un automóvil descapotable por Dallas
(Texas), Kennedy recibió varios disparos en la cabeza y en el cuello, a
consecuencia de los cuales falleció. Una comisión encabezada por el
presidente del Tribunal Supremo Earl Warren (Comisión Warren), llegó a la
conclusión en septiembre de 1964 de que el único asesino había sido Lee
Harvey Oswald, antiguo soldado estadounidense. Oswald, que fue detenido
horas después del asesinato en un cine próximo, fue asesinado dos días
después por el propietario de un bar nocturno de Dallas, Jack Ruby,
mientras era conducido desde la ciudad a la prisión del condado.
Las investigaciones
posteriores sugirieron la firme posibilidad de que a Kennedy le dispararan
al menos dos francotiradores, de frente y por detrás, lo que confirmaba
las impresiones de la mayoría de los testigos oculares. Se identificaron
varios posibles promotores del magnicidio, incluida la mafia y los
exiliados cubanos descontentos. J.F.K. fue enterrado en el Cementerio de
Arlington.
El asesinato de John F. Kennedy, ¿asesino solitario o conspiración?
Estimado profesor Velmont: Una duda que tengo desde hace mucho tiempo y me
gustaría resolverla es la de Kennedy en lo referente a su asesinato y cómo
lo explican ustedes. ¿Cuáles son los intereses oscuros que se escondían
tras su muerte?. ¿Tenían algo que ver los intereses judío-masónicos?
¿Quiénes lo asesinaron y por qué?. Saludos cordiales.
RESPUESTA
Apreciado Arturo: El asesinato de Kennedy fue el resultado de una
conspiración en la que estaban involucrado fuertes intereses económicos,
especialmente los referidos al tráfico de armas.
Estos intereses iban a ser poderosamente afectados porque Kennedy iba a
ponerle fin a la guerra de Vietnam. Pero esto no es ningún secreto porque
ya es vox populi.
Desde luego que Oswald no fue el asesino. Simplemente fue un chivo
expiatorio. Los conspiradores le prometieron que no le iba a suceder nada,
pero es obvio que no cumplieron.
Sin embargo, hay otro factor desconocido involucrado, porque los
verdaderos titiriteros, los que movieron los hilos de los conspiradores en
el plano físico fueron los espíritus del Error.
Te transcribo seguidamente los diálogos que he tenido con uno de nuestros
guías espirituales, el Maestro Ron Hubbard:
Interlocutor: Otro tema que tengo agendado es el de las coincidencias.
Obviamente, una de las más grandes coincidencias es la que se refiere a
los presidentes Lincoln y Kennedy, no solamente en los sucesos y las
fechas sino también hasta en los nombres de los participantes.
Ron Hubbard: En principio te informo que tus sospechas ─lo estoy leyendo
en tu mente─ respecto a que Kennedy era la reencarnación de Lincoln, son
ciertas. Cuando el espíritu que animó a Lincoln pidió reencarnar como
Kennedy para tratar de terminar su misión, los espíritus del Error, con
toda su perversidad, conspiraron para que tuviera un final parecido al de
su vida anterior.
Interlocutor: ¡Quedo totalmente sorprendido! Pero además hay nombres
similares, fechas similares...
Ron Hubbard: Detrás de eso están los espíritus del Error porque basta que
le dicten al cuerpo de ideas o causal determinados nombres para que la
persona encarnada se los ponga a recién nacido. En principio, los
espíritus del Error se conectan al cuerpo de deseos o emocional para
tentar a las personas, y los espíritus de Luz se conectan al cuerpo de
ideas o causal para dictar mensajes importantes. Pero, a veces, los
espíritus del Error pueden llegar a contactarse con el cuerpo de ideas o
causal, no para tentar sino para sugerir un nombre. Entonces, a esos
padres de John Fiztgerald le fue dictado el nombre.
Interlocutor: ¿Usted me está diciendo que los espíritus del Error les
dictaron a los padres de John F. Kennedy y de Oswald los nombres para que
coincidieran con los del entorno de Lincoln?
Ron Hubbard: Tú lo has dicho...
Interlocutor: ¿Pero por qué han hecho algo así?
Ron Hubbard: La palabra que más les cuadra es "morbo". Lo han hecho
simplemente por morbo. En todo caso habría que hablar de coincidencias
morbosas. Cuando el Thetán de quien luego fuera John Fiztgerald Kennedy
pidió encarnar, su idea era proseguir con la misión comenzada en su vida
anterior, la libertad de los pueblos oprimidos. Y tampoco lo pudo llevar a
cabo porque en ambos casos no terminó su mandato por culpa de los
espíritus del Error.
Interlocutor: ¿En que plano se encuentra J. F. K. ?
Ron Hubbard: Es un espíritu de Luz del 5º nivel que ahora se encuentra en
el plano 3º.
Bueno, hasta aquí llegan los diálogos, que por supuesto son sumamente
esclarecedores.
EL ASESINATO DE KENNEDY
ENTREVISTA DEL PERIODISTA Y ESCRITOR
THOMAS G. BUCHANAN AL FISCAL JIM GARRISON
El asesinato de John F. Kennedy en Dallas fue el primer golpe militar de
la historia de los Estados Unidos. Entre los responsables figuraban jefes
del Estado Mayor Conjunto.
Esta grave acusación
fue formulada por el fiscal general de Nueva Orleans, Jim Garrison,
durante la entrevista que éste concedió en exclusiva a este periodista.
Fue un verdadero
problema el conseguir la entrevista. La policía federal vigila el despacho
del fiscal y las casas de sus subalternos. La correspondencia es
interceptada con harta frecuencia. Cuando terminó el juicio de Clay Shaw
escribí a Jim Garrison desde Francia solicitando una entrevista. Me
contestó" Responderé con sumo gusto a sus preguntas por haber sido usted
el primero en ver la falsedad de la versión que el gobierno dio sobre el
asesinato del presidente Kennedy". La carta de Garrison había tardado
cuatro días en llegarme. El día 22 de abril le escribí de nuevo por correo
aéreo certificado y la carta me fue devuelta dos meses después con la
indicación "extraviada". De nuevo escribí a Garrison el 24 de mayo y de
nuevo me fue devuelta la carta. Entonces recibí una comunicación oficial
con la firma del fiscal en la que se me decía textualmente: "Una serie de
asuntos urgentes me impiden concederle por el momento, la entrevista que
usted ha solicitado". Se había cerrado el "dossier" cuando recibí otra
comunicación de Garrison en la que se decía: "Si llegan a sus manos cartas
con mi membrete particular comunicándole que no tengo tiempo para conceder
entrevistas, no haga ningún caso".
Conseguí, al fin, la
entrevista por vía indirecta. El lector podrá sacar las conclusiones que
quiera de la investigación del fiscal Garrison; sin embargo, una cosa es
cierta: alguien ha intentado impedir por todos los medios que apareciese
en la prensa americana lo que sigue.
BUCHANAN: Señor Garrison, usted ha tenido la amabilidad de concederme la
primera entrevista a un reportero desde el fallo del tribunal que juzgó el
caso de Clay Shaw. ¿Puede explicarme por qué se ha decidido ahora a hacer
una declaración pública?
GARRISON: No me ha sido posible durante mucho tiempo hacer declaración
publica alguna a la prensa nacional norteamericana sin el temor de verla
tergiversada o mal interpretada. La suya fue la primera petición que se me
hizo desde Europa después del juicio de Clay Shaw; por eso acepté. Quería
ver si era posible publicar, en algún lugar del mundo, toda la verdad
sobre el asesinato. Los europeos han tenido experiencia del fenómeno que
representa un estado basado en la industria armamentística, con toda una
serie de represiones ocultas y manifiestas.
BUCHANAN: ¿Quién mató al presidente Kennedy?
GARRISON: El presidente Kennedy fue víctima de un golpe de Estado. La
Central Intelligence Agency fue la encargada de los preparativos del
asesinato y de su camuflaje, culpándose a un joven demente, de quién se
dijo que había actuado aisladamente, de aquella acción. Es evidente que la
CIA había dejado desde hacía tiempo de ser solamente una simple agencia
coordinadora de los servicios de seguridad y se había convertido, a la
vez, en un arma clandestina de los intereses armamentísticos en el
gobierno estadounidense.
BUCHANAN: ¿Cuál era el objetivo político de los que conspiraron, en 1963,
para asesinar al presidente de los Estados Unidos?
GARRISON: El objetivo era el de derrocar a un hombre que estaba tratando
por todos los medios de terminar con la Guerra Fría, y que habría reducido
con ello el poder económico y político de la industria armamentística en
Estados Unidos. La Guerra Fría había representado un negocio sin
precedentes para los Estado Unidos.
El complejo
militar-industrial se había convertido en la fuerza más poderosa de
América. Por otra parte, a partir del desastre de la Bahía de Cochinos, en
Cuba, Kennedy se mostró cada vez más desilusionado con los militares. Las
diferencias crecieron aun más con motivo de la crisis de Cuba, la crisis
provocada por los misiles soviéticos. Kennedy se negó a hacer caso de los
jefes del Estado Mayor Conjunto ( con la notable excepción del general
Shoup, del cuerpo de "marines") que le aconsejaban bombardear Cuba
inmediatamente.
"En el verano de 1963,
el presidente Kennedy se había distanciado tanto de los militares que, al
mirar ahora hacía atrás, nos damos cuanta de que o uno u otros tenían que
ser necesariamente eliminados. El 1 de septiembre de 1963, haciendo caso
omiso del consejo de la mayoría de los jefes del Estado Mayor Conjunto,
hizo que se firmara, en Moscú, el Tratado de Proliferación Nuclear.
Entonces entablo unas conversaciones de paz con Cuba. Y como remate, y
esto es lo que pero sentó a los partidarios de mantener la paz mediante la
violencia, el presidente inició la retirada de tropas del Vietnam. Entre
el 1 de agosto de 1963 y el 1 de octubre del mismo año, redujo el
contingente de consejeros militares americanos de quince mil a catorce
mil. Entonces ordenó al Secretario de Defensa, Mac Namara, que dispusiese
la retirada de los últimos hombres destacados en el Vietnam para 1965. Con
esta medida, los Estados Unidos se quedarían sin posiciones en Asia y
consecuentemente, sin uno de los mejores mercados de la industria
armamentística norteamericana, así como una de las mayores razones del
poder de la monstruosa combinación Pentágono-CIA en Washington. En
realidad, John Kennedy estaba invirtiendo el desarrollo de la política
exterior americana de los años precedentes, que había tenido como
resultado el establecimiento de una Paz Americana en las vastas regiones
del globo. Kennedy había iniciado un programa de reducción del poder
militar norteamericano, inconcebible e inaceptable para los que se habían
convertido en centro de gravedad del poder en Estados Unidos. Sus
proyectos, que hubiesen ayudado extraordinariamente a terminar con la
Guerra Fría, estaban en oposición directa a los intereses de la fuerza más
poderosa que actualmente en América - los intereses de la industria de
armamentos, que incita al gobierno a dedicar un presupuesto cada vez mayor
a la defensa de la "seguridad nacional"- Fue por esto por lo que le
eliminaron en una emboscada en la Dealy Plaza, de Dallas. La CIA convirtió
a Lee Harvey Oswald en chivo expiatorio, animándole a que participara en
diversas manifestaciones en Nueva Orleáns. El asesinato fue la cosa más
sencilla del mundo y la posterior investigación federal, totalmente
fraudulenta, fue seguida de una investigación, no menos falsa, a cargo de
unos cuantos dignatarios progubernamentales. El objetivo real de la
investigación del FBI y de la encuesta de la Comisión Warren era ocultar
la participación de los agentes de la "inteligencia " americana en el
asesinato de John Kennedy, aunque, en honor a la justicia, hay que decir
que es muy posible que ninguno de los miembros de la Comisión Warren fuese
consciente de tal objetivo.
"Es verdad que esto apenas si puede decirse de Allen Dullas, ex jefe de la
CIA, quién se opuso a la publicación de los resultados de la investigación
de la Comisión Warren. La prensa americana divulgó una serie de
pronunciamientos oficiales fraudulentos y se infiltraron una serie de
noticias, de modo que la muerte del presidente apareció como un
desgraciado accidente ocurrido en el curso de un desfile. En realidad,
Oswald no mató a nadie aquel día y, en realidad, no existía ninguna prueba
contra él cuando fue asesinado a su vez. Pero aquello poco importaba,
porque por entonces la falsa información del gobierno, transmitido a todo
el mundo por medios electrónicos, había pasado a la historia. Fue en aquel
instante, cuando la voz del chivo expiatorio fue acallada para siempre,
que el ser acusado de asesinar al presidente y el haberlo asesinado se
convirtieron en una misma cosa. En cualquier caso, la ceremonia funeral
fue exactamente la misma.
BUCHANAN: ¿Tiene usted alguna razón para suponer una relación entre los
asesinatos de John Kennedy , Robert Kennedy y Martín Luther King?
GARRISON: En términos de probabilidad, todos están relacionados entre si y
todos han sido consentidos por la misma fuerza: la coalición
militares-industria que domina Estados Unidos. Todas y cada una de esas
misiones particulares fueron llevadas a cabo, o por lo menos instigadas,
por la Agencia Central de Inteligencia - el oculto alter ego de nuestra
democracia nominal, que, en virtud de su carácter clandestino, su
filosofía totalitaria y su secreto contubernio con el alto mando militar-
es libre de hacer muchas cosas que nuestras tradiciones jamás tolerarían.
Cada una de las victimas fue un enemigo altamente eficaz de la guerra del
Vietnam y, consecuentemente, contaba con muchos seguidores dentro de los
Estado Unidos. La industria armamentística ha llevado a cabo la
sistemática eliminación de los enemigos de la guerra del Vietnam, ya que
consideraba a éstos como mucho más peligrosos que la conspiración
comunista mundial gracias a la cual justifica su costosa existencia. La
mayor parte de los americanos no han comprendido todo esto porque los
medios de comunicación de masas se han negado a dar publicidad a
declaraciones en tal sentido. El asesinato del senador Kennedy fue
cuidadosamente calculado: Robert Kennedy tenía que ser eliminado porque
era seguro que se convertiría en un nuevo John Kennedy, es decir, porque
compartía el punto de vista del presidente Kennedy, según el cuál el
Pentágono no debía decidir la política exterior de los Estados Unidos.
Minutos después de ganar las primarias de California fue muerto por un
"asesinato solitario": así se eliminaba de la carrera hacia la presidencia
a uno de los más destacados enemigos de la guerra del Vietnam. Aunque es
el asesinato de Robert Kennedy se utilizó una técnica diferente de la
empleada en el asesinato de John Kenndy, lo cierto es que el instigador y
principal responsable fue el mismo. También en el asesinato de Robert
Kennedy encontramos un factor internacional que no concuerda demasiado con
el resto de la historia. Otra vez tenemos a un hombre que - por
desgraciada que haya sido su adolescencia - ha viajado por diversos
piases, algo que solo pueden permitirse algunos americanos. Del mismo modo
que Lee Oswald había estado en Rusia y Méjico, James Earl Ray en Canadá,
Portugal e Inglaterra, Shiran Shiran había viajado desde las orillas del
Mediterráneo hasta Los Angeles. En el caso de Martin Luther King, la
técnica empleada ofrece muchas similitudes con la utilizada en el
asesinato de John Kennedy. Las semejanzas entre los asesinatos de Kenndy y
King - la puntería de los tiradores, las rápidas declaraciones del
gobierno, anteriores a toda investigación, en el sentido de que no se
trataba de ninguna conspiración; el transparente empleo de cabezas de
turco y la inmediata divulgación de datos falsos - resultan demasiado
familiares. Para mí no cabe duda de que el asesinato de Martin Luther
King, como el de John Kennedy, fueron obra de la Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos. También creo muy probable que el
senador Robert Kennedy y fuese eliminado por la misma organización, aunque
con una técnica ligeramente diferente. Actualmente, la Guerra Fría,
incluido el conflicto del Vietnam, es un negocio de unos ochenta billones
de dólares anuales para los Estados Unidos. Los hombres que se benefician
de este negocio y lo que han obtenido un poder increíble como resultado de
las constantes tensiones bélicas, no toleran a aquellos individuos que
representan, a sus ojos, una amenaza para la continuación de los
beneficios que les aporta la Guerra Fría. Como quiere que esta fuerza,
aunque poderosa, no está equipada para presentarse a una tribuna pública,
tiene que eliminar físicamente a todos lo que la estorben para sobrevivir.
Además. Esta fuerza que actualmente controla a los Estados Unidos, cree en
la violencia como solución de cualquier problema. De ahí el peligro que
representa no solo para América, sino para el mundo entero.
BUCHANAN: ¿Cómo hubiese enfocado usted la investigación sobre el asesinato
de Marin Luther King, de haberse producido éste dentro del campo de su
jurisdicción?
GARRISON: Es casi imposible llevar a cabo una investigación eficaz de una
operación sofisticada de la "inteligencia" con maquinaria ejecutiva
ordinaria. Todo lo que se llega a ver son los resultados: una cabeza rota
o una vértebras separadas del cuerpo, seguidos del arresto de un cabeza de
turco y la distribución de gran cantidad de información completamente
irrelevante para provocar la confusión en las mentes de todos aquellos que
pudieran intentar llevar a cabo una investigación seria.. Por ejemplo, la
única razón por la que nuestra investigación tuvo éxito - y tuvo éxito a
pesar de que los medios de difusión nacionales hayan dicho lo contrario -
es que fuimos tremendamente afortunados al principio. Tropezamos,
literalmente, con empleados de la CIA en Nueva Orleáns ocupados en
falsificar datos para convencer al pueblo norteamericano de que Oswald era
comunista. Con respecto a Martín Luther King , lo primero que habría que
hacer sería rechazar todas las declaraciones del gobierno norteamericano
sobre el asunto, ya que todas ellas tienen como único fin el ocultar los
hechos del asesinato. Las declaraciones del Departamento de Justicia, en
el sentido de que no hubo conspiración alguna deberían reconocerse como
una indicación de la existencia segura de una conspiración. Como resultado
de la experiencia que significó para nosotros el asesinato de Kennedy me
inclino a considerar la mayor parte de la "información" difundida en
relación con el de King como una serie de falsas informaciones fabricadas
por el aparato de la "inteligencia" del gobierno. Se trata de una técnica
altamente eficaz destinada a distraer la atención de los individuos
reacios a aceptar la explicación oficial. El resultado es que incluso
aquellos que tratan de descubrir la verdad bajo la engañosa superficie
terminan encontrándose con un montón de hechos que sólo provocan confusión
y que les obligan mas tarde o más temprano, a abandonar. Habría que
investigar sobre la base aérea que hay cerca de Memphis, ya que es muy
probable que el equipo encargado del asesinato - y no me refiero al cabeza
de turco ni a esos individuos que atraviesan el país en Ford Mustang -
fuese trasladado en avión desde esa base aérea. Pero toda investigación
sería extraordinariamente ardua, que no creo que consten esas salidas.
Claro está que se entrevistaría a todos los testigos oculares. Podría
añadir que el gobierno federal ya se encargaría de obstaculizar la
investigación. El FBI interceptaría las líneas telefónicas, y si
persistían en sus pesquisas, se les enviarían agentes del Fisco que les
informarían de que se estaba llevando a cabo una investigación sobre una
presunta violación de las leyes de impuestos en la que parecían haber
concurrido.
BUCHANAN: ¿ Qué ocurrió en el caso de Clay Shaw, al que usted acusaba de
haber conspirado para asesinar al presidente Kennedy?
GARRISON: En el caso de Clay Shaw aprendí la lección de que no es posible
presentar una operación sofisticada y clandestinamente de la
"inteligencia" en un tribunal anglosajón, en el que, justamente, las
reglas de procedimiento están destinadas a salvaguardar una serie de
derechos del acusado.
" Yo no cambiaría nuestro sistema legal, porque creo que debería
concederse la máxima importancia a la salvaguarda de los derechos del
acusado. Sin embargo, el complicado camuflaje y la naturaleza clandestina
de una operación de inteligencia imposibilitan virtualmente la
comunicación, en un tribunal, de la causa y el efecto necesariamente
relacionados con la acusación que se formula. Si, por ejemplo, a uno se le
ocurre trasladar mentalmente a un tribunal a una novela de espionaje de
Len Delighton o de John Le Carré, se encontrará con que es algo imposible.
Un jurado espera ver más de lo que le deja ver una operación de la
"inteligencia" cuidadosamente preparada; un jurado espera que, más tarde o
más temprano, uno de los acusados no pueda más y confiese todas sus culpas
- pero una cosa así no puede ocurrir, porque los acusados tienen miedo de
que les maten si hablan-. La respuesta más eficaz a un asesinato llevado a
cabo por la "inteligencia" sería una investigación a cargo de una
"contra-inteligencia" alguna para llevar a cabo la investigación. De todas
formas, un tribunal local no puede pretender tener éxito al juzgar a
hombres que han participado en un golpe de estado nacional.
BUCHANAN: Según sus propias investigaciones, ¿ cuál era la filiación
política de Shaw?
GARRISON: La filiación política de los individuos que trabajan para una
poderosa agencia de "inteligencia" no siempre importa demasiado cuando se
trata de una misión aislada. En mi opinión, el principal factor motivador
de cada uno de los individuos que participaron, de una manera u otra, en
el asesinato, fue sencillamente el hecho de sentirse partícipe de una
misión. Esto nos ha resultado especialmente claro en relación con los
agentes del gobierno federal, que se infiltraron en nuestras oficinas y
trataron de obstaculizar nuestros esfuerzos encaminados a descubrir la
verdad. Parece que a ninguno en absoluto le importó, el que John Kennedy
hubiese sido asesinado. Cada uno de ellos realizaba una misión. Para un
técnico que trabaja para un superestado, una misión no es ni moral ni
inmoral. La lleva a cabo porque ha recibido órdenes y porque le gusta la
posición que ocupa como parte de una poderosa organización. Eichmann, por
ejemplo, no odiaba a los judíos alemanes, aunque ordenó el transporte de
millones de judíos a los campos de concentración. Era un técnico; le
encantaba jugar aquel papel. América se ha convertido en una nación de
Eichmann. Se ha convertido en una nación de técnicos que ejecutan
continuamente órdenes del cuartel general de los intereses
armamentísticos, y a los técnicos poco les importa que las órdenes se
refieran a la intercepción de determinadas líneas telefónicas, a la
fabricación de napalm o a la reacción de artículos que confirmen que los
asesinatos fueron llevados a cabo por individuos que habían tenido una
niñez desgraciada.
BUCHANAN: ¿Ha influido el cambio en la administración de Washington en sus
relaciones con las agencias federales que le negaron cooperación?
GARRISON: No se ha producido cambio alguno en la base del poder de
Washington. Ha habido cambios aparentes, pero la máquina armamentística y
sus largos tentáculos locales y exteriores, siguen en intactos. El
Congreso puede discutir cómo ahorrar electricidad, y el presidente puede
decidir que se pinten todas las habitaciones de la casa Blanca del primer
color que se le ocurra, pero es muy poco probable que los beneficiarios de
la industria armamentística y sus aliados en el gobierno pierdan parte de
su poder."
"El presidente de los Estados Unidos es un funcionario transitorio con
relación al conglomerado armamentístico. Sus funciones consisten en actuar
como maestro de ceremonias en la concesión de medallas póstumas, servir de
representante a los fabricantes de armamento y hablar, cuantas más veces
mejor, de los deseos de paz de la nación. No es libre de traspasar el coto
de los intereses bélicos ni siquiera de reconocer la existencia de tal
organismo. No tiene, debido al poder colectivo, la libertad de destituir
al jefe del Estado Mayor Conjunto o a los directores de la CIA o del FBI.
Tiene que confirmarlos en sus puestos debido a la reconocida eficacia de
todos ellos. Tal es su misión en el juego. Antes, el jefe del Estado Mayor
Conjunto era sustituido cada dos años. No se ha producido ninguna
sustitución en ese puesto desde el 22 de noviembre de 1963. Y en la prensa
no se ha dicho nada sobre esta anomalía. Aparentemente, como muchas de las
cosas que han ocurrido en el país desde 1963, no merece la pena. Hay que
comprender que en la era de la Paz Americana, en una época en que el
presupuesto militar anual es de ochenta billones de dólares, el control de
la política exterior equivale al control de la nación. La política
exterior sigue siendo un feudo de los intereses bélicos. Este fue el
significado esencial del asesinato del presidente Kennedy: que este poder
que tienen América en un puño, no tolerará interferencia alguna con su
control de la política exterior estadounidense, con sus programas
militares exteriores y su reacción extrema a una serie de supuestas
amenazas externas. El gran daño ocasionado por la Comisión Warren a este
país fue que convirtió al gobierno auténtico del país - los representantes
del pueblo - en un gobierno invisible.
BUCHANAN: ¿Qué papel jugó David Ferrie en las actividades desarrolladas en
Nueva Orleáns?
GARRISON: David Ferrie, piloto de talento, capaz de realizar cualquier
misión con un avión, fue empleado por la Agencia Central de Inteligencia a
mediados de los años cincuenta. Realizó misiones para la CIA en Nicaragua
y en la Isla del Cisne, en el Caribe. Con anterioridad a los sucesos de la
Bahía de los Cochinos, entrenó a pilotos cubanos en Guatemala. Hizo vuelos
nocturnos a Cuba para la CIA, transportando armas y pasajeros. Una vez
casi es hecho prisionero en cuba, Las relaciones entre Ferrie y Lee Oswald
datan de los años cincuenta, cuando Ferrie era capitán de la Patrulla
Civil del Aire, y Oswald, cadete. En 1963, cuando Oswald regresó a Nueva
Orleáns, procedente de Dallas, para cumplir el encargo de dedicarse a
"actividades " izquierdistas, fue visto con frecuencia en compañía de
Ferrie por una serie de testigos.
Oswald se ocupaba de sus actividades de "Juego Limpio para Cuba" desde el
número 544 de Camp Street, sede de la oficina de Buy Banister, ex jefe de
la sección de Chicago del FBI. Banister realizaba también actividades
clandestinas por encargo de la CIA, sobre todo en el sector del Caribe.
Oswald mandó imprimir la dirección "544 Camp Street" en los folletos de
propaganda que distribuía y con ello contribuyó a complicar al gobierno en
todo el asunto.
"Antes que Oswald, Ferrie utilizaba la misma oficina de 544 Camp Street
para sus operaciones del "Frente Revolucionario cubano". Se trataba de una
operación de la CIA que no gozaba apenas de apoyo de los exiliados cubanos
en Nueva Orleáns. La misma tarde del asesinato, Ferrie hizo un viaje de
nueve horas a Texas, en medio de una gran tormenta. Más tarde explicaría
que había ido a patinar. A primera hora de la tarde del sábado 23 de
noviembre de 1963, Ferrie se metió en la cabina telefónica de una pista de
patinaje, donde se dedicó a hacer y recibir llamadas telefónicas. Aquella
noche se trasladó a Galveston. Ferrie estaba en Galveston al sábado por la
noche, cuando Jack Ruby llamó poco antes de medianoche. Durante la
investigación realizada por el fiscal de Nueva Orleáns, cuando estaba a
punto de ser detenido, Ferrie falleció de repente. El forense de Nueva
Orleáns atribuyó la muerte del piloto y agente de la CIA a causas
naturales. Antes de morir, sin embargo, Ferrie dejó dos largas notas en
las que hablaba de su suicicio, una de las cuales le dejó en su piano, la
otra en su mesa. En ambos casos, la firma estaba mecanografiada.
BUCHANAN: ¿Estaba relacionado Clay Shaw con la "inteligencia" del gobierno
americano?
GARRISON: Preferiría no hacer ningún comentario directo sobre el señor
Shaw, porque sigue acusado de perjurio por haber negado que estuvo en
Nueva Orleáns con Lee Harvey Oswald en 1963. Legalmente, nada me prohibe
contestar a esa pregunta; sin embargo, prefiero que en el futuro juicio
por perjurio aclare todos estos puntos.
BUCHANAN: ¿Tenía el Mercado Internacional, que Clay Shaw dirigió durante
dieciocho años interés especial para las fuerzas de la "inteligencia" del
gobierno?
GARRISON: Si. El Mercado Internacional, en 1963, no era un edificio de
oficinas normal y corriente, aunque muchos de nosotros no lo sabíamos. El
Mercado Internacional, con excepción de unas pocas oficinas, era un
edificio virtualmente lleno de cónsules extranjeros, representantes de
gobiernos extranjeros, agencias de importación y agentes de la CIA.
Consecuentemente, las fuerzas que el presidente Eisenhower describió como
" el complejo de la industria armamentística" se fijaron en este edificio.
Cuando descubrimos que el director de tan extraño edificio había celebrado
entrevistas con Lee Harvey Oswald antes del asesinato del presidente, nos
encontramos con una complicada operación de la " inteligencia " del
gobierno, de la que hasta entonces habíamos sido ignorantes. Ni que decir
tienen que las presiones a que nos viene sometiendo el gobierno desde
entonces son increíbles. El gobierno se ha esforzado porque la prensa
nacional nos desacreditara continuamente, pero no es eso todo. El gobierno
sigue tratando de averiguar qué progresos hemos hecho en lo referente a la
complicación de la "inteligencia" y el complejo de la industria
armamentística en el asesinato. En cuanto al Mercado Internacional,
podemos decir que ha cambiado de dirección. Actualmente, sus ocupantes son
mucho más numerosos y no todas sus oficinas están relacionadas con el
exterior. Pero en 1963 era un edificio que albergaba en su interior a una
serie de elementos dignos de las novelas de Delghton o Le Carré.
Casualmente, este edificio aparece como fondo en casi todas las
fotografías de Lee Oswald mientras distribuye propaganda procastrista. Es
también el edificio en el que Oswald se agenció su billete de barco para
Europa: estuvo en Rusia en 1959.
BUCHANAN: ¿Cuál de las Agencias del gobierno americano fue la primera en
establecer la inexistencia de una conspiración en el asesinato de Kennedy?
GARRISON: La primera comunicación en el sentido de que el autor del
magnicidio había sido un "asesino solitario" fue transmitida a la Air
Force One mientras transportaba al nuevo presidente hasta el Capitolio,
poco antes de las seis de la tarde misma del asesinato. Sin embargo, en
Dallas no hacía más que hablarse de que eran varios los hombres que habían
participado en la emboscada al presidente. La noticia histórica de que un
hombre solo había hecho todo - y que, consecuentemente, el asesinato no
tenia ningún significado político - no se originó en Dallas, sino en
Washington, D.C. La confusión de que hicieron prueba las autoridades de
Dallas a la hora de establecer las circunstancias del asesinato no
resistió ante la clara visión de Washington sobre cuál había de ser la
solución oficial. La comunicación del gobierno a la Air Force One no sólo
hablaba de la captura del asesino solitario, sino que añadía que nadie más
estaba complicado en el asesinato, que no se trataba de conspiración
alguna. Anunciar que el autor había sido un asesino solitario y que no
había habido conspiración - la misma tarde del asesinato, antes de que se
llevara a cabo ninguna investigación - era como anunciar el resultado de
un partido de fútbol nada más producirse el saque inicial. El profético
comunicado procedía del Centro de Comunicaciones del Estado Mayor
Conjunto, en Washington. El gobierno se ha preocupado de destruir la cinta
original del comunicado, como ha destruido todo lo que contradecía el
mayor cuento chino de la historia de los Estados Unidos. Sin embargo, la
existencia de transmisión está recogida en "The Making of The President,
1964", de Theodore White: "Hay una cinta en los archivos del gobierno que
capta fielmente lo ocurrido mientras la nación esperaba un nuevo jefe. Es
una grabación con todas las conversaciones en el aire, registradas por el
Centro Liberty, del Midwestern Signal Corps, entre la Air Force One, en
Dallas, en el avión, mientras sobrevolaba el Pacífico y el Centro de
Comunicaciones del estado Mayor Conjunto, en Washington. Las voces
parecían muy tranquilas, controladas. La llegada a Washington se produjo a
las seis de la tarde, segun se comunica. Toda la cinta es como un
enmascaramiento de voces que no traicionan emoción alguna, de una
perfección casi mecánica".
"Poco tiempo después el autor nos habla de la sustancia del mensaje
profético del Centro de Comunicaciones del Pentágono: "Durante el vuelo,
el equipo se enteró de la identidad de Oswald y de su detención; y para el
nuevo presidente empezaron las preocupaciones de consolar a los afligidos
y guiar a los impulsivos". Mientras las voces tranquilas y perfectamente
controladas de nuestros militares anunciaban que todo estaba bien, el
fiscal del distrito de Dallas seguía bajo la impresión de que eran varias
las personas complicadas en el asesinato. Henry Wade se dice que declaró
el 23 de noviembre que "según informes preliminares, eran varias las
personas complicadas en el complot". El fiscal del distrito de Dallas no
conocía aún el nombre del juego. Sin embargo, el servicio de
"inteligencia" del gobierno federal podría habérselo dicho. Desde este
brazo invisible del poderoso Pentágono podía haberle revelado no sólo el
nombre del juego, sino también el resultado.
BUCHANAN: ¿A cuantas personas detendría usted como sospechosas de haber
operado en el asesinato de Kennedy si se encontrasen todavía dentro de su
jurisdicción?
GARRISON: Llevo mucho tiempo tratando de convencer a la gente de que el
asesinato del presidente Kennedy fue una gran operación, más parecida a la
invasión de Inchón en la Guerra de Corea que a un acto aislado a cargo de
un individuo armado de un oscuro odio. Nueva Orleans jugó sólo un
pequeñísimo papel en el tinglado del gobierno. No obstante, logramos
detener a unos pocos sospechosos y pensamos que, sino soltábamos presa,
quizá la prensa nacional comprendería por fin la verdad oculta de todo
este asunto y la divulgaría. Pero, como puede comprobar amargamente poco
después, habíamos sobrestimado el interés de la prensa americana por la
verdad. Entre lo mucho que hizo la prensa para complicar el asunto está el
haber tratado de presentar nuestra investigación como una "conspiración
basada en Nueva Orleáns". Claro, que al tratar de desacreditar nuestra
empresa la prensa no hacía sino servir a los intereses del gobierno de los
Estados Unidos al ocultar la realidad del golpe de estado a los ojos de la
historia. He de contestar, pues, a su pregunta diciendo que debió haber
tanta gente complicada en el asesinato que es estúpido pretender definir
el alcance de la operación desde una oficina tan pequeña como la mía. En
cuanto a jurisdicciones, la primera jurisdicción del país es Washington
D.C., y en Washington sigue prácticamente en poder de los que autorizaron
el asesinato de John Kennedy. Y en Washington siguen empeñados en que la
verdad no salga nunca a relucir.
BUCHANAN: ¿Cuál ha sido el principal obstáculo para la investigación
criminal que usted lleva a cabo?
GARRISON: Ha habido dos obstáculos considerables. Primero el propio
gobierno. Luego, la prensa. En el primer caso se trata de un obstáculo
completamente intencionado. El segundo obstáculo se debe a que la prensa
americana, en general, es inconsciente de la gran transformación que han
sufrido la naturaleza y el carácter del gobierno norteamericano; la
inhabilidad de dicha prensa para reconocer la cada vez mayor influencia
que la industria armamentística juega en la política americana. Y lo
trágico de este estado de cosas es que hay pocas esperanzas de sobrevivir
a su oculta inhumanidad y su tiranía mientras la prensa siga creyendo que
nada ocurre.
BUCHANAN: Se ha dicho que la publicación de los documentos de la autopsia
practicada a Kennedy, que figuran en los Archivos Nacionales, ofenderían a
la señora Onassis. ¿Cuál es, en su opinión, la verdadera razón de este
silencio oficial?
GARRISON: La posición legal del gobierno sobre este asunto nunca me ha
resultado demasiado clara; pero esto no tiene importancia, de todas
formas. La publicación de las fotografías de la autopsia pondría en
peligro la seguridad nacional - desde dentro - porque todo el mundo se
daría cuenta de que se ha mentido. No obstante, es muy probable que se
produzca tal contingencia. Del mismo modo que el asesinato fue una
operación profesional de la "inteligencia" y que la publicación de
informaciones engañosas constituyó igualmente una operación de la
"inteligencia", se falsearían los documentos antes de publicarlos. Es muy
probable que en un futuro no muy lejano se publiquen una serie de
documentos falsos relacionados con la autopsia de Kennedy. Con estos
documentos el gobierno tratará de demostrar que tenía razón al atribuir el
asesinato a un solo hombre. Si el gobierno federal se decide a sacar a la
luz pública tales documentos, será sólo porque se tratará de
falsificaciones realizadas por la CIA, con lo que se dará por terminado
una parte importante de la misión.
BUCHANAN: ¿Quién fue el oficial encargado de la autopsia de Kennedy?
GARRISON: Es improbable que llegue a saberse alguna vez el nombre
verdadero del general de las Fuerzas Aéreas que se responsabilizó de la
autopsia. La autopsia debía resultar tremendamente reveladora. Por eso el
gobierno tenía que supervisarla y no sólo a través de un doctor, sino
también de un individuo que supiese lo que había que ocultar y cuál debía
ser la versión del gobierno; un individuo de alta graduación con el poder
suficiente para prohibir que la autopsia se llevase hasta el final. El
general en cuestión prohibió a los patólogos que realizaban la autopsia
que examinaran la herida del cuello. Según la descripción que hicieron de
la herida los doctores civiles del Pakland Hospital, de Dallas, la herida
del cuello fue recibida desde el frente. Sin embargo, en la parte
posterior del cuello no había ninguna herida por la que pudiese haber
salido la bala. El significado inmediato de todo esto es que la
investigación federal y el solemne informe de la Comisión Warren son
completamente falsos. Existe, al mismo tiempo, la posibilidad de que en la
estructura ósea del cuello del presidente esté alojada todavía una bala.
Como semejante bala estará dirigida hacia la parte posterior del cuello,
el gobierno ha preferido ocultar este hecho que desacreditaría todas sus
tesis sobre Oswald como único asesino. Es comprensible, pues, que el
gobierno decidiese resolver sus problemas por medio de la presencia de un
general de su confianza durante la autopsia. El general no permitió, como
hemos dicho, que los patólogos examinasen la comprometedora herida del
cuello, pero no puso pegas a que mirasen la herida abierta de la cabeza.
Consecuentemente, no puede decirse que la autopsia fuese demasiado
completa. Del mismo modo que el principal objetivo de la Comisión Warren
era ocultar la responsabilidad de la "inteligencia" en el asesinato, el
fin principal de la autopsia era ocultar el hecho de que el presidente
había recibido el impacto de una bala desde el frente. Una autopsia debe
ser la búsqueda de la verdad a cargo de científicos objetivos. Es
significativo el que las primeras pruebas de que el gobierno no trataba de
averiguar la verdad, sino de ocultarla, fuesen aceptadas con la mayor
pasividad. La quema de los documentos originales de la autopsia fue
aceptada con la mayor pasividad. El descubrimiento del hecho de que un
general había impedido una autopsia completa del cadáver fue aceptado
también pasivamente. Aquí tenemos repetidos ejemplos de la destrucción de
la verdad gracias al ejercicio de un poder totalitario. La aceptación
pasiva de tales sucesos por parte de la prensa y el pueblo es indicativa
del superestado, en el que la voluntad del pueblo queda completamente
aniquilada por la voluntad del gobierno.
BUCHANAN: ¿Por qué han tolerado otros funcionarios del gobierno la
ocultación de la verdad en el asesinato de Kennedy?
GARRISON: Históricamente, cuando un golpe de estado se ve coronado por el
éxito, la fuerza responsable del derrocamiento del dirigente en cuestión
se convierte en gobierno. El que uno de los Departamentos del gobierno que
aún queda esté titulado Justicia no significa, en absoluto, que de la
noche a la mañana vaya a convertirse en un batallón suicida. Como es el
caso de las otras Agencias del gobierno, sus directivos no responden a un
difunto metido en un ataúd, sino a las nuevas fuerzas de poder dentro del
país. Consecuentemente, se produce el fenómeno de que el Departamento de
Justicia, al igual que otras Agencias legislativas del gobierno, dedican
sus esfuerzos no sacar a la luz la verdad sobre el asesinato, sino a
ocultarla en lo posible y oponerse a los esfuerzos de los que tratan de
averiguarla. Cuando los asesinatos de Robert Kennedy y Martin Luther King,
el Departamento de Justicia anunció la inexistencia de una conspiración
antes de que los cuerpos de esas personalidades bajaran bajo tierra. Las
viejas Agencias del gobierno siempre se unirán en defensa de las nuevas
fuerzas que han subido al poder, porque los hombres encargados de los
diferentes Departamentos y oficinas deben orientarse hacia el nuevo centro
del poder, a menos que quieran verse reemplazados. De este modo, las más
respetables entre las Agencias del gobierno aportan no sólo su fidelidad,
sino la respetabilidad acumulada en el curso de los años. Estas Agencias,
respetadas por la prensa y el publico por razones históricas, deben
ponerse al servicio de todos aquellos que se preocupen de llevar a cabo
una investigación independiente y seria en torno a las circunstancias del
asesinato. Por ejemplo, si en Louisiana se lleva a efecto una
investigación independiente, este estado debe convertirse necesariamente
en centro de las atenciones del gobierno federal- todo ello en interés de
la justicia, claro está -.
El Departamento de Justicia comenzará a instituir una serie de acciones
especiales con respecto a una supuesta proliferación del crimen organizado
en Louisiana. Desde Washington se anunciará de forma periódica que
Louisiana es uno de los mayores sectores de crimen organizado dentro del
país. Se anunciará, igualmente, que para enfrentarse a este problema el
gobierno federal tendrá que enviar fuerzas especiales. Esa medida sería
tan realista como la de enviar expertos en irrigación para cooperar en el
riego de las vastas áreas desérticas de Louisiana. Si uno considera las
conquistas de poder que siguen a un asesinato político que ha tenido pleno
éxito, los años misteriosos que siguieron al asesinato de Kennedy pierden
algo de su misterio. Lo inadecuado de la investigación federal, la
majestad de esa serie de altos funcionarios gubernamentales unidos en la
defensa común de unas cuantas mentiras y el desinterés de los medios de
comunicación de masas por toda investigación objetiva de la verdad, todo
se vuelve transparente cuando uno se da cuenta de lo ocurrido en realidad:
un golpe de estado producido el 22 de noviembre de 1963. Las consecuencias
de un golpe de estado triunfante están elocuentemente descriptas en unos
versos ingleses escritos hace cuatro siglos:
" La traición puede prosperar; ¿cuál es la razón?
Que si prosperase, nadie la llamaría traición" |
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