El
biotipo es el aspecto general de un sujeto de acuerdo a sus características
somáticas o morfológicas y se basa en los datos que refleja su estructura
corporal, en todo lo que se ve y se puede medir de su cuerpo. El psicotipo se
refiere al conjunto de características psicológicas de un individuo.
Desde muy
antiguo, se han hecho clasificaciones para encuadrar a todos los individuos por
sus características morfológicas y psicológicas que reflejamos en el esquema
final. De todas ellas las más eficaces, y en las que nos vamos a detener, han
sido las que relacionan biotipo y psicotipo; son clasificaciones «mixtas» como
la de Kretschmer y la de Sheldon, que han sido las más difundidas en medicina,
psicología y psiquiatría.
La
tipología de Kretschmer es la más empleada. Su creador se fijó que en los
hospitales psiquiátricos los enfermos con esquizofrenia ocupaban una sala
distinta a los que padecían psicosis maniaco-depresiva, y que el aspecto de unos
y otros era totalmente diferente. Al profundizar en esta observación creó su
tipología, que relaciona el tipo somático y psicológico presentando cada uno de
ellos predilección por una determinada enfermedad. Distingue cuatro tipos:
— El tipo
pícnico encaja con el aspecto de Sancho Panza, de talla baja y acentuado
desarrollo de las cavidades corporales (cráneo, tórax y abdomen), tendencia a la
acumulación de grasas, cuello grueso y corto, cara ancha, blanda y redondeada
con frente amplia y tendencia a la calvicie precoz con caída del cabello en la
parte superior del cráneo y conservación de una franja de pelo en las zonas
temporales (laterales), lo que, combinado a la obesidad, da un aspecto
redondeado. Se corresponde al temperamento ciclotímico que suele ser gente de
buen humor, extrovertida, con facilidad para las relaciones interpersonales, con
cambios acusados del estado de ánimo, que pasa rápidamente de la alegría a la
tristeza.
— El tipo
leptosómico presenta un aspecto «quijotesco», flaco, larguirucho, de silueta
alargada, esqueleto grácil con marcado predominio del eje vertical, cabeza
pequeña y nariz larga. Piel pálida y seca, hombros estrechos, cuello largo y
delgado, miembros largos con poco desarrollo de la masa muscular y manos grandes
y huesudas. El tórax es alargado, de esqueleto plano y las costillas bien
visibles. El pelo es abundante y fino, pero la barba y el vello son escasos.
Encaja con el temperamento esquizotímico, y suelen ser personas introvertidas,
reservadas, de escasa sintonización afectiva, por lo que les cuesta mucho
entablar relaciones interpersonales, estableciéndose con los otros una especie
de barrera. No suelen tener cambios del estado de ánimo, pero tienden a la
frialdad afectiva. Son tímidos, realistas, lógicos, teóricos y de una gran
sensibilidad.
— El tipo
atlético tiene un aspecto hercúleo con gran desarrollo del esqueleto y la
musculatura. De estatura media-alta, hombros caídos, cráneo alto y estrecho y
contorno de la cara en forma de óvalo, cuello alto y manos largas. Se
corresponde al temperamento enequético, que corresponde a sujetos que hablan y
piensan despacio, con tendencia a repetir las cosas una y otra vez sin abandonar
el mismo tema de conversación; se les define como «pegajosos». Son fieles,
constantes, tenaces y con una gran capacidad de trabajo, pero fácilmente
irritables, aunque sus crisis de irritabilidad desaparecen rápidamente.
La
tipología de Sheldon, al igual que la de Kretschmer, empareja rasgos
morfológicos y psíquicos. Distingue tres tipos somáticos que empareja a tres
temperamentos, pero que luego subclasifica hasta conformar somatotipos
diferentes. Los tres básicos son:
— El tipo
endomorfo (por predominar el tejido endodérmico embrionario) presenta un dominio
de los órganos de la digestión y se corresponde al temperamento viscerotánico,
que sitúa la comida en la parte más alta de su escala de valores. Es un sujeto
ceremonioso, que sigue las fórmulas sociales y que tiene facilidad para
relacionarse con los otros.
— El tipo
mesomorfo (con predominio del tejido mesodérmico embrionario) tiene una poderosa
musculatura y se corresponde al temperamento somatotónico, que se caracteriza
por su afán de poderío. Son agresivos, bruscos y resistentes, buscan el triunfo
y están en permanente actividad.
— El tipo
ectomorfo (con predominio del ectodermo embrionario) presenta el sistema
nervioso más desarrollado en relación a la masa corporal. Se relaciona con el
temperamento cerebrotónico; es un sujeto crónicamente fatigado, dominado por la
inhibición y la ansiedad, con gran dificultad para entablar relaciones sociales;
suele tender al aislamiento y la soledad.