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LA MUJER Y EL CÁNCER
DE MAMA
El cáncer más corriente en la mujer es el de mama. Es raro en las menores de
25 años, aumentando la posibilidad de desarrollarlo con el paso de los años.
Alrededor del 10% de las mujeres norteamericanas tienen cáncer de mama. Como
el cáncer de mama es relativamente corriente, todas las mujeres deberían
examinarse sus pechos una vez al mes, en torno a la mitad del ciclo (no
durante la menstruación, período en el que aparecen protuberancias
naturales).
Por desgracia, hay factores psicológicos, como el miedo, que ocasionan que
algunas mujeres eviten realizar esa inspección o, en el caso de que
descubran algún granulo, no acudan al médico de inmediato. Es lamentable
porque, cuanto antes se descubra y se trate el cáncer de mama, mayores son
las posibilidades de recuperación.
De hecho, no todas las tumoraciones del pecho son cancerosas. Hay tres tipos
de tumores: quistes (bolsas llenas de líquido, lo que también se denomina
"fibroma" o "mastitis quística"), fibroadenomas y tumores malignos. Conviene
tener en cuenta que el 80% de las tumoraciones del pecho son quistes o
fiobroa-denomas y, en consecuencia, benignos, es decir, no peligrosos. Las
técnicas para el diagnóstico del cáncer de mama han avanzado enormemente en
los últimos 20 años.
Si se confirma el carácter maligno, ¿cuál es el mejor tratamiento? También
esta cuestión es controvertida. Por regla general, el tratamiento suele
consistir en alguna forma de mastectomía, es decir, la eliminación
quirúrgica de la mama. En la mastectomía radical, la modalidad más grave de
cirugía, se elimina toda la mama, así como los nodulos linfáticos y los
músculos subyacentes. Los defensores de este procedimiento dicen que es
mejor limpiar al máximo y que los músculos y los nodulos linfáticos deben
eliminarse en el caso de que el cáncer se haya extendido a ellos. En la
mastectomía radical modificada, sólo se elimina la mama y, quizá, algunos
nodulos linfáticos. En la mastectomía parcial segmentectomía o lumpectomía,
sólo se elimina el bulto y parte del tejido que lo rodea. La investigación
actual indica que, en casos de cáncer de mama detectados al principio de su
desarrollo, la segmentación y la cuadrantectomía (eliminación de la cuarta
parte del pecho en la que se encuentre el bulto) son tan eficaces como la
antigua mastectomía radical (datos de 1984) y, como es lógico, preferibles.
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas? Un estudio de 41 mujeres que
habían sufrido mastectomías puso de manifiesto que el 60% juzgaba que su
ajuste emocional posterior a la mastectomía era excelente o muy bueno, pero
el 10 por ciento pensaba que no era demasiado bueno, malo o muy malo (datos
de 1.978). Alrededor de la cuarta parte de las mujeres manifestó haber
pensado en el suicidio después de la operación. En torno al 15%, solicitó
ayuda profesional para resolver los problemas emocionales relacionados con
la intervención. No obstante, conviene señalar que el período posterior a la
mastectomía no se consideró como el más difícil, desde el punto de vista
psicológico, sino el inmediatamente posterior al descubrimiento del tumor.
Alrededor de las tres cuartas partes de las mujeres dijeron que su
satisfacción sexual en el matrimonio no había cambiado o había mejorado,
pero la otra cuarta parte manifestó que había empeorado. En suma, este
estudio constituye una prueba de que la mayoría de las pacientes
mastectomizadas consigue salir airosa de la situación, aunque una minoría
importante padece un estrés psicológico considerable. Es fundamental que las
pacientes mastectomizadas y sus esposos puedan disponer de asesoramiento
psicológico. En los países occidentales suelen estar organizados grupos de
apoyo para las pacientes mastectomizadas. |
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