Cómo hacerse un manager
y lograr objetivos
El
término manager es un anglicismo que puede traducirse como gerente o director y
suele ir enfocado hacia la gerencia empresarial o grupos de trabajo.
Frank A. Heller define la
dirección como un proceso o método de coordinar propósitos y personas para
lograr unos objetivos determinados.
Dirección lleva consigo
funciones, como la planificación, la toma de decisiones, la elaboración de
procedimientos, lograr que otras personas realicen las tareas encomendadas y la
supervisión de las mismas.
En
definitiva, dirigir es lograr que se hagan las cosas por medio de otras
personas. Es decir, organizar de forma dinámica una serie de recursos humanos,
económicos y materiales con el fin de obtener unos objetivos. Y la dirección
será óptima si además consigue que aquellos que prestan el servicio alcancen un
alto grado de moral y sentido de la autorrealización.
Antiguamente, se nombraban directores de departamentos, servicios y empresas a
los mejores técnicos en la materia de trabajo. Actualmente esto se considera un
error, pues se establece que a medida que un individuo va ganando capacidad
directiva debe ir perdiendo capacidad técnica. Porque su función, entonces, ha
de ser de director y no de técnico. Por ejemplo, un vendedor que llega a ser
nombrado jefe de ventas debe abandonar su tarea de vender para ocuparse en la de
gerenciar o dirigir a otros vendedores. La labor de gerente es una profesión en
sí. Por ello, la norma actual en las grandes empresas es contratar un gerente,
formado a tal fin, y no un técnico para dirigir. Es decir, para dirigir, por
ejemplo, una central nuclear no se precisa un buen físico, sino un buen gerente.
Se podría argumentar que cómo va a dirigir algo técnico alguien que no tiene ni
idea de dicha técnica. Y se puede rebatir diciendo que para eso están los
técnicos, los físicos y los ingenieros a quienes dirige; el gerente dirige
personas, no funciones. El buen director no es el que hace bien las tareas, sino
el que consigue que sus colaboradores hagan dichas tareas.
Un
gerente no tiene por qué saber de tecnología, pero sí tiene que saber, y mucho,
de organización y manejo de gentes. Debe saber seleccionar a los aptos,
facilitar su formación profesional y motivar su trabajo para que el rendimiento
sea óptimo; logrando que sus subalternos sean sus colaboradores y trabajen con
agrado. Esto se consigue estableciendo unos objetivos comunes a la empresa, al
director y al trabajo de tal manera que todos vean cumplidos sus intereses con
el trabajo bien realizado. Por ello, un director debe estar siempre informado de
los problemas e inquietudes que afectan al trabajador para actuar con justicia
en su beneficio, sabiendo que con ello, consecuentemente, repercute en el
beneficio de su empresa.
El éxito
de la jefatura es más factible consiguiendo la colaboración que la sumisión; por
lo que toda forma de gerencia autoritaria y tiránica está encauzada hacia el
fracaso al generar tensiones y rencores en el subalterno que se siente
desmotivado en su labor.
Resumimos
a continuación una serie de cualidades que estimamos básicas en un buen manager,
director o gerente:
— Tener sentido de la
observación.
— Saber seleccionar datos
importantes.
— Saber hacer análisis y
diagnósticos de los problemas racionales y emocionales.
— Concebir posibilidades
de solución.
— Saber tomar decisiones.
— Saber comunicarlas a
los demás.
— Saber motivar a los
colaboradores.
— Saber trabajar en
equipo.