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EL TRABAJO
Se encontrarán pocos
rígidos en profesiones que impliquen relaciones humanas. El rígido no quiere
estar en relación con nadie, eso le ha hecho demasiado daño en el pasado.
Prefiere trabajar solo; o bien con otros rígidos, que, tácitamente, hacen su
mismo juego.
Los rígidos
triunfarán por lo general en los negocios, un campo en el que no hay lugar
para los sentimientos, por no decir que son más bien inoportunos; tienen
como bazas la disciplina, la fuerza de voluntad y el control de las
emociones. Para tener una imagen sobrecogedora de lo que puede ser un
conjunto de rígidos trabajando al unísono, basta entrar en la Bolsa de Nueva
York un día cualquiera... Ninguna estructura puede resistir ese tipo de
trabajo, salvo la rígida (al menos durante algún tiempo...).
Se encontrarán muchos
rígidos en el Ejército, sobre todo en el escalafón superior. La
organización, la disciplina, la poca importancia que se da a los
sentimientos, el poder autoritario, etc., todo eso encaja perfectamente con
la estructura rígida.
Se hallan también con
frecuencia en trabajos en los que actúe sobre todo la mente, como director
administrativo, planificador, contable, etc., y en especialidades en las que
se pueda prescindir del contacto humano: los ordenadores, por ejemplo, son
un paraíso para los rígidos, pues, ante una pantalla, no hay ningún riesgo
de confrontación sentimental. Véanse, entre otras, las películas Le jeu, El
guardaespaldas y Une jolie femme para tener algunos ejemplos de cómo esta
estructura se deshace de su rigidez, con gran regocijo del público...
La política también
puede ser su campo de acción. Si predomina la estructura rígida, preferirá
estar entre bastidores, como consejero o eminencia gris. Si tiene además
algo de estructura psicópata, estará en el escenario; sus características
psicópatas le servirán para dirigirse al público, y las rígidas, para no
sufrir.
La sociedad actual,
que potencia de tal modo el éxito material, le va muy bien a la estructura
rígida, aunque acaba por costarle muy caro. Sin contar con que su éxito no
es el verdadero éxito de la vida...
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