LA CREATIVIDAD
La
creatividad es una de las funciones psíquicas de orden superior, es una de las
que más diferencian al ser humano del resto de los seres vivos. Crear significa
elaborar algo nuevo, distinto y de cierto valor. Hay personas más creativas que
otras, de algunas decimos incluso que son geniales, debido al gran valor de lo
que crean dentro del campo artístico, científico, etc. A veces, da la impresión
de que algunos procesos creativos tuviesen algo de incomprensible, de mágico, de
sobrenatural. Resulta difícil comprender cómo es posible que algunas personas
sean capaces de crear cosas tan extraordinarias.
Los
griegos atribuían la capacidad de crear grandes obras a la inspiración de las
musas o de los mismos dioses. Durante mucho tiempo se relacionó la creación con
la inspiración divina o con un don de Dios. Durante el Romanticismo se
desarrolló plenamente el concepto de «genio»; los grandes artistas eran seres
superiores, «geniales», dotados de un don especial. Más tarde, y a la luz de los
conocimientos de la moderna psicología se fueron desarrollando diversas teorías
que intentaron explicar desde otros puntos de vista los fenómenos creativos,
alejándose de ese ambiente mítico que rodeaba a la creatividad.
Con la
introducción del concepto del inconsciente, es decir, de la convivencia dentro
de la vida psíquica individual de procesos que escapan a la conciencia de quien
los posee, se desarrollaron teorías que entendían que en el proceso creativo
intervenían mecanismos inconscientes mediante los cuales, una persona acumulaba
dentro de sí una serie de experiencias y conocimientos que, en un momento dado,
se asociaban de forma adecuada, dando lugar a lo creativo.
Es como
sí durante mucho tiempo se hubiesen ido incubando una serie de ideas que se
asocian de repente para dar lugar a la creación, de forma más o menos súbita,
como en los llamados «fenómenos eureka» en que una especie de iluminación surge
como solución a un problema sin descifrar.
Muchas
veces estas soluciones surgen tras un periodo de descanso, o tras un tiempo en
que esa persona ha dejado de pensar en el problema; en otras ocasiones se tiene
la impresión de que se ha resuelto tras el sueño o incluso durante el sueño. Por
ejemplo, F. A. von Kekulé dijo haber descubierto mientras soñaba la estructura
anular del benceno. Los ejemplos referidos a la creatividad en el mundo del arte
son muy numerosos. Esta actividad creativa durante el sueño reforzaría el papel
de los procesos inconscientes dentro de los creativos.
La
psicología conductista, desarrollada fundamentalmente por l. Watson, se ha
interesado poco por la creatividad. Desde su punto de vista, las respuestas
presuntamente creativas que se ofrecen ante situaciones nuevas vienen a ser una
réplica de otras similares que se vivieron con anterioridad; y, cuando son
realmente nuevas en todos sus componentes, se solucionan por combinaciones
aleatorias, es decir, combinando de diversas formas todas las posibles
respuestas.
La
psicología cognitiva, por último, está intentando explicar los fenómenos
creativos desde una nueva perspectiva. Weisberg, por ejemplo, defiende que el
concepto del «genio creativo» es algo puramente mítico. Según su teoría, la
creatividad no pasa de ser una actividad resultante de procesos de pensamiento
ordinarios de individuos absolutamente normales, que surgirían de forma
progresiva («incremental») a partir de los intentos iniciales de resolver el
problema. Por tanto, la creatividad surgiría en relación con una serie de
conocimientos que esa persona tiene del problema que trata de resolver, de modo
que progresivamente se acercaría a la solución.
¿Cuál de
todas estas teorías es la más acertada? Posiblemente todas tengan parte de
razón. Tal vez no existan «genios», entendidos como tales, pero no cabe duda de
que existen personas más dotadas que otras desde el punto de vista de la
creatividad. A veces, intervienen procesos inconscientes a la hora de crear,
aunque también resulta necesaria una cierta preparación previa en la que cuentan
experiencias similares vividas o resueltas con anterioridad, y el mismo azar.
Con todo, la creatividad sigue contando con un cierto carácter sobrenatural y
son muchos los que continúan creyendo en la fuerza de la inspiración.