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Destacar en un mundo
masculino. La mujer excepcional
A pesar de las estadísticas, algunas mujeres han destacado en un mundo
masculino. Hay mujeres excepcionales que han triunfado en ocupaciones en las
que predominan los varones: abogacía, medicina, negocios y política. ¿Cómo
son estas mujeres? En cuanto a la personalidad, estas mujeres excepcionales
destacan en ciertos rasgos relacionados con la competencia, estereotipados
como masculinos: independencia, asertividad y racionalidad. Sin embargo,
conviene señalar que no difieren de la generalidad de las mujeres, cuando se
miden los rasgos femeninos esterotipados de cordialidad y expresividad. En
resumen, parece que tienen personalidades andróginas.
Dadas sus ocupaciones, no sorprende en absoluto que estas mujeres
experimenten un estrés psicológico de situación. No obstante, tienden a
estar sanas, desde el punto de vista emocional y su habilidad para hacer
frente al estrés es buena, por lo que son capaces de sobrellevar los niveles
de tensión con los que viven.
En cuanto a las características de su ambiente familiar, a menudo son
primogénitas o hijas únicas. De hecho, en un estudio de las presidentas y
vicepresidentas de grandes empresas norteamericanas, todas eran
primogénitas. Estas mujeres manifiestan también haberse sentido "especiales"
desde la infancia. Es corriente que sus padres nacieran fuera de los Estados
Unidos y que su nivel educativo fuese elevado. En un alto porcentaje las
madres de estas mujeres estaban empleadas. En una muestra de las mujeres que
obtuvieron el título de médicas en la Universidad de Columbia, las tres
cuartas partes del total de madres de tituladas estuvieron empleadas. Quizá
sea más importante aún que estas mujeres que tuvieron éxito en sus estudios
manifestaban que sus madres disfrutaban con su trabajo. Por ello, tanto los
padres como las madres de estas mujeres constituyeron importantes modelos de
éxito para ellas.
Hay dos ideas que explican el caso de estas mujeres que han tenido éxito en
ocupaciones en las que predominan los varones: la perspectiva de la
desviación y la de enriquecimiento. La perspectiva de la desviación
considera que estas mujeres son personas no convencionales, productos de
problemas entre sus progenitores o de malas relaciones con sus compañeros,
que se oponen de manera antinatural a las formas femeninas tradicionales
para tratar de alcanzar objetivos masculinos. En cambio, la perspectiva de
enriquecimiento considera a estas mujeres como los productos de experiencias
poco habituales de enriquecimiento que les permiten trascender las
limitaciones del papel femenino tradicional. Las pruebas existentes parecen
apoyar la perspectiva de enriquecimiento. Es decir parece que estas mujeres
son productos de experiencias poco habituales aunque positivas. |
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