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EDUCACIÓN SEXUAL DEL
ADOLESCENTE
¿Debe la escuela informar y educar sexualmente a los alumnos? Hay opiniones
para todos los gustos. Y también países pioneros en impartir educación
sexual en las aulas, como es el caso de Alemania, que ya en 1926 permitía a
los colegiales de Berlín presenciar la película Falsche Scham (Falsa
vergüenza], que los instruía detalladamente de todo lo referente a la
concepción.
Ciertamente, la educación sexual presenta desafíos pedagógicos, ya que en
una misma aula las situaciones personales son siempre diversas, y a una
misma edad de los alumnos no corresponde necesariamente igual desarrollo
emocional y capacidad de comprensión. Además, lo que preocupa a muchos
padres es bajo qué condiciones y con qué criterios se eligen a los
"educadores de la sexualidad", ya que, obviamente, el problema no reside en
la educación sexual en sí, sino en quién la imparte, y de su actitud en
relación con su propia sexualidad y con la sexualidad ajena.
En realidad, la influencia de la educación sexual sobre los jóvenes es
mínima, si consideramos que nuestros adolescentes son bombardeados hasta
extremos insospechados con un lujurioso sexo, bien sea a través de revistas
especializadas, pornografía televisiva, vallas publicitarias, anuncios en
periódicos, telefonía erótica (líneas calientes o partyline), vídeos, temas
de rock duro, sex-shops, etc. La televisión mantiene a toda la población en
un estado de excitación sexual alto y además promete un tipo de igualdad de
satisfacción sexual para todos los telespectadores, independientemente de su
edad.
La sociedad de consumo promociona entre los jóvenes el concepto de "sexo
recreacional" (funsex), es decir, el sexo como mero divertimiento, y también
el "sexo sin culpabilidad" (sex wi-thoutguüt), como sinónimo de una
conquista humana a favor de la liberación sexual de este fin de siglo.
Un filósofo exponía la siguiente anécdota: «Hace unos días, una amiga
francesa me comentaba su irritación cuando su hijo, al que había animado a
liberarse de tabúes, le dijo que quería ser hardeur, actor de pomo duro,
"para cepillarse a las conejitas". Lo que más la irritaba a ella era no
saber por qué la decisión de su hijo la irritaba. Si las relaciones sexuales
son un acontecimiento trivial, ¿por qué la molestaba que lo hiciera por
dinero?" Cuando consideramos que algo es intrascendente, su lógica devalúa
todo lo que toca. En la actualidad son abundantes las noticias sobre casos
de pederastía, prostitución infantil, redes de proxenitismo, pornografía en
Internet o cibersexo, etc. ¿Por qué vamos a escandalizarnos por el turismo
sexual o por los actos de pederastas si la relación sexual es un simple
intercambio de estremecimientos agradables? ¿Qué hacemos? ¿Trivializamos la
sexualidad y cuanto la rodea? ¿La trascendentalizamos? ¿Carecemos de una
visión coherente de la sexualidad? Y, así, a ratos nos parece un pasatiempo
intrascendente, y a ratos una realidad
trascendente...
Quizá sin proponérnoslo, en aras de una libertad sexual que consideramos una
conquista social, estamos promoviendo que los adolescentes se inicien
precozmente en la actividad sexual. Luego, una vez bien estimulados y bien
liberados para no reprimir, ni siquiera controlar, sus impulsos, les
impartimos unas únicas recomendaciones para evitar enfermedades de
transmisión sexual y embarazos no deseados. La educación sexual de la
población juvenil ciertamente debe alcanzar objetivos de más altura,
contemplando la condición humana en toda su dimensión, sin caer en la
trivialización del sexo.
La sexualidad es una parte integral de nuestras vidas desde el nacimiento
hasta la muerte. Para los adolescentes, el hacerse cargo de su emergente
sexualidad es parte del proceso natural de transformación en adulto. La
sexualidad debe ser considerada dentro del contexto del desarrollo humano,
no como un secreto a ser guardado por el silencio adulto. Las opiniones y
las percepciones acerca de los roles del adolescente y del adulto deben
basarse en el respeto mutuo y ser examinadas dentro del contexto de las
realidades y expectativas sociales. El tema crucial es la calidad de vida
para todos los niños y adolescentes, la proposición de que ellos alcancen su
potencial y que cuando el camino sea duro, recibirán apoyo y ayuda. |
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