QUÉ ES LA ESQUIZOFRENIA
Entre la
variedad de enfermos mentales, existe un grupo que corresponde en líneas
generales a lo que las gentes entienden como «loco», «enajenado», «demente» o
con «pérdida de la razón». El radical común está en la falta de lógica, en la
«incomprensibilidad» de su conducta.
A finales
del siglo XIX, Kraepelin dio a la enfermedad el nombre de «demencia precoz»,
pues aparece en edades tempranas (precoz), y lleva en muchos casos a un profundo
deterioro intelectual (demencia). Posteriormente Bleuler acuñó el término
«esquizofrenia», con el que hoy se conoce la enfermedad (que, se sospecha,
engloba enfermedades distintas con aspecto común).
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS SÍNDROMES ESQUIZOFRÉNICOS. La escisión de la
personalidad, que da nombre a la esquizofrenia, supone una escisión, una ruptura
de los mecanismos psíquicos normales. La mente esquizofrénica se rige por leyes
nuevas, diferentes de las de toda persona normal y de las de cualquier otro
enfermo psíquico. Por ello el esquizofrénico resulta incomprensible
psicológicamente; el espectador no «comprende» las vivencias del esquizofrénico.
Ante un maniacodepresivo o un paranoico el observador se percata del sentido
patológico de las vivencias del paciente, pero las comprende, se «imagina lo que
siente el enfermo». Ante el esquizofrénico, por el contrario, el espectador se
siente incapaz de imaginar de dónde le vienen al paciente sus extrañas ideas y
conducta. Domina el cuadro clínico un colorido especial de absurdidad. Los
síntomas esquizofrénicos tienen un sello indefinible de extrañeza.
Consecuencia de la escisión de la personalidad es la incongruencia de la
conducta esquizofrénica. Se intercalan sucesivamente síntomas de perturbación
mental gravísima (delirios, incoherencia, alucinaciones) con rasgos de
comportamiento normal, y buen rendimiento en las tareas.
La
extrañeza que siente el espectador también la padece el enfermo, especialmente
en los primeros estadios de la enfermedad. No comprende lo que le pasa a él ni
lo que ocurre en torno suyo, por lo que se establece una ruptura de contacto con
la realidad. El esquizofrénico tiende a refugiarse más y más en su mundo
interior aislándose del ambiente, fenómeno que se conoce como autismo
esquizofrénico.
Los
síntomas esquizofrénicos aparecen con plena claridad de la conciencia, se
perciben con nitidez y no de modo confuso o embarullado, como en los estados de
obnubilación.
Se han
intentado delimitar los llamados «síntomas primarios», o síntomas
«patognomónicos», cuya presencia decidiría el diagnóstico. No hay acuerdo total
pero la mayoría acepta como fundamentales los siguientes: 1. Sonoridad del
pensamiento (el enfermo «escucha» su pensamiento y cree que otros también lo
oyen). 2. Voces dialogadas (alucinaciones auditivas de personas que hablan entre
sí). 3. Voces que comentan la propia actividad (las alucinaciones auditivas
«hablan de él»). 4. Vivencias de influencia corporal (siente que manipulan en el
interior o exterior de su cuerpo, que éste se modifica en tamaño, composición,
etc.). 5. Intervención del pensamiento («no me dejan pensar», o «me obligan a
pensar en...», «cuentan lo que pienso», etc.). 6. Percepción delirante
(atribución de significado absurdo a cualquier hecho u objeto). 7. Sentimientos
y acciones interferidos (le impiden o imponen actos o emociones). 8, Conducta
catatónica (alteraciones en el movimiento o posturas, negativismo, etc.) o
gravemente desorganizada.
FORMAS
CLÍNICAS. Según los síntomas dominantes se delimitan cuatro formas clínicas:
a) Tipo
desorganizado. Domina la incoherencia, el carácter insípido, vacío, del
psiquismo del paciente. Las ideas delirantes y las alucinaciones son también
desflecadas. Conducta extraña, muecas, posturas extravagantes. Profundo
aislamiento social y progresivo deterioro, sin períodos de clara mejoría.
b) Tipo
catatónico. Los trastornos más llamativos son de los movimientos y de la
expresión. Existe una modalidad llamada flexibilidad cérea en la que el paciente
adopta pasivamente las posturas impuestas, como si fuese una estatua de cera
moldeable. Mutismo, estereotipias (repetición amanerada de gestos o actos
improcedentes), negativismo, estupor, agitación.
c) Tipo
paranoide. En el que predominan las ideas delirantes sobre los restantes
síntomas. Las ideas tienen contenidos parecidos a las de los paranoicos
(grandeza, persecución, celos, etc.), pero sin la sistematización de la
paranoia. En la esquizofrenia, las ideas delirantes son mucho más absurdas,
extravagantes y sin argumentación coherente; surgen de la propia enfermedad y no
de las vivencias del sujeto.
d) Tipo
indiferenciado. Presenta síntomas psicóticos claros (de enfermedad mental) sin
que encaje exactamente en una de las formas precedentes.
PRESENTACIÓN Y CURSO. En ciertas familias hay una clara predisposición. Es de
aparición precoz, generalmente en la adolescencia o juventud. Cursa en períodos
o «brotes», con períodos de mejoría parcial. Después de cada brote suele
acentuarse el nivel de deterioro o defecto esquizofrénico. Es de mejor
pronóstico cuando la personalidad era vigorosa y estaba bien adaptada
socialmente antes de enfermar, y cuando hay un claro factor desencadenante.
TRATAMIENTO. Es mixto, con medicaciones (neurolépticos), tratamientos biológicos
y psicoterapia. Si el paciente mantiene la medicación es menos probable una
recaída.